Familia real belga

La polémica sacude a Alberto II de Bélgica

  • La justicia reclama al padre del rey Felipe que se realice una prueba de ADN solicitada por su presunta hija ilegítima.

El antiguo rey de los belgas, Alberto II, en una comparecencia oficial.

El antiguo rey de los belgas, Alberto II, en una comparecencia oficial. / Efe

Después de años buscando justicia, la ciudadana belga Delphine Boël al fin ha conseguido su objetivo: que el anterior rey Alberto II de Bélgica se someta a unas pruebas de ADN para comprobar si se trata de su padre biológico.

Una decisión que se ha tomado después de que la justicia dictaminase que su padre legal no era su verdadero progenitor.

Su madre, la baronesa Sybille de Selys-Longchamps, mantuvo una larga relación con el antiguo soberano a finales de los años 60 y fruto de ello habría nacido una niña que ahora, a sus 50 años, busca conocer sus verdaderos orígenes. Algo que se daba ya por hecho pero que carecía de pruebas objetivas.

El Tribunal de Apelación de Bruselas ha admitido a trámite la demanda por considerar que existe un “interés legítimo y suficiente” en las pretensiones de Boël. Es más, el mismo órgano judicial da de plazo al padre del actual rey Felipe de Bélgica tres meses para que se someta al test genético.

Ante la polémica que ha generado la noticia, la prensa belga ya ha contactado con fuentes del palacio real en busca de respuestas, y desde allí el abogado de Alberto II asegura que recurrirán la decisión ante el Tribunal de Casación de Bruselas. En caso de que el resultado sea positivo, Delphine Boël se convertirá en heredera legítima, pero no pasará a formar parte de la familia real belga.

El penúltimo capítulo del litigio entre Alberto de Bélgica y Delphine Boël se escribió a finales de octubre, cuando un tribunal belga solicitó al ex soberano, de 84 años, que se sometiera a unas pruebas de ADN para determinar la paternidad de la artista, de 50, según informaron entonces los abogados de Delphine.

Delphine, la presunta hija ilegítima de Alberto II. Delphine, la presunta hija ilegítima de Alberto II.

Delphine, la presunta hija ilegítima de Alberto II.

Todo comenzó en 1999 cuando una biografía no autorizada de Paola de Bélgica, esposa de Alberto, revelaba la existencia de una hija secreta del monarca que resultó ser Delphine, quien siempre mantuvo que había nacido del romance entre su madre, la aristócrata Sibylle de Sélys Longchamps, y el entonces príncipe heredero Alberto.

Alberto, que contrajo matrimonio con Paola Ruffo di Calabria en 1959 y tuvo tres hijos, Felipe, actual rey; Astrid y Lorenzo, siempre ha negado cualquier tipo de parentesco con Boël quien, en el año 2013, presentó una demanda de reconocimiento de paternidad ante un tribunal de Bruselas. Aunque, en un primer momento, en 2017, los tribunales ni siquiera le autorizaron a impugnar la paternidad del industrial Jacques Boël, ahora el tribunal de apelación solicita las pruebas de paternidad al ex soberano belga.

El tribunal ha encargado a un experto de un hospital universitario de Bruselas el test de ADN que deberá “llevarse a cabo, en un plazo de tres meses”. “Si Alberto II rechaza someterse al test, esto podría considerarse como un índice muy claro de que él es el padre”, apuntó una de los abogados de Delphine. El tribunal ha fijado el 14 de febrero como fecha para un nuevo juicio en el que se conocerá el resultado de las pruebas, aunque todo indica que la defensa de Alberto de Bélgica alargará el proceso recurriendo la petición.

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