Pasarela

¿Qué le está pasando a la reina Máxima?

  • La dieta a la que se ha sometido la esposa de Guillermo de Holanda parece que no sólo le ha provocado la pérdida de su sonrisa sino también algunos problemas de salud

Si hay algo que caracterice a la reina Máxima de Holanda es su espontaneidad y su generosa sonrisa. Pero de un tiempo a esta parte, aunque se esfuerza por seguir manteniendo esta tarjeta de presentación en los actos oficiales, la esposa de Guillermo de Holanda no termina de conseguirlo.

Hace sólo unos días se saltaron todas las alarmas cuando la reina tuvo que suspender el viaje de estado que realizaba junto a su marido a China por problemas de salud. Máxima comenzó a sufrir fiebres altas y dolores de espalda y, aunque inicialmente pensó que se trataba de un resfriado, al ver que su estado de salud no mejoraba con los antibióticos que le recetaron sus médicos, tuvo que ser atendida en un centro hospitalario del citado país, donde le diagnosticaron una nefritis (infección de riñón) y le aconsejaron reposo absoluto. La reina holandesa no quiso modificar una sola coma del programa oficial y asistió a la cena de gala organizada en el Palacio Presidencial de Pekín, donde, aunque quiso agradar a sus anfitriones, su rostro dejaba patente que no se encontraba bien, tanto es así que tuvo que abandonar la recepción y regresar al hotel. Fue entonces cuando los facultativos recomendaron que regresara a su país para analizar su dolencia en profundidad. Su vuelta anticipada provocó todo tipo de comentarios y no fueron pocos los que relacionaron esta dolencia con la dieta a la que se había sometido la reina en los últimos meses, con la que había perdido más de diez kilos y había bajado tres tallas desde el pasado verano.

La prensa argentina y la holandesa han sido las que más han criticado el método que ha empleado la esposa del rey Guillermo para bajar de peso, la dieta NewFysic, en la que todo el protagonismo recae en la ingesta de proteínas y restringe por completo el consumo de carbohidratos y dulces. Con cinco pequeñas comidas al día, en la que sólo se le permite la fruta, verdura de hoja verde, pollo, pescado, huevo y leche, la reina Máxima ha conseguido una pérdida de peso considerable, aunque muchos nutricionistas aseguran que este tipo de dietas suelen provocar problemas a largo plazo. "La venden como una panacea pero es puro marketing", aseguraba al periódico holandés De Telegraaf una destacada nutricionista holandesa.

Desde el país natal de Máxima alertan, además, que la pérdida de peso es un asunto que suele preocupar en exceso a la familia Zorreguieta, tanto es así que la hermana pequeña de la reina, Inés, ha tenido problemas de salud relacionados con su obsesión por bajar de peso. Según la prensa argentina, éste es un "mal endémico" de los Zorreguieta.

El hecho de que la prensa internacional se haga eco de la delgadez de la reina Máxima no es un asunto nuevo para otros miembros de la realeza europea. Sin ir más lejos, la Reina Letizia ha ocupado numerosas portadas en revistas francesas, alemanas, británicas en incluso latinoamericanas en las que alertaban de su extrema delgadez y apuntaban que sufría trastornos alimenticios.

La última que ha saltado a la palestra por sus problemas de salud es la princesa Mette-Marit de Noruega, que acaba de cancelar un viaje de estado a Brasil previsto para mediados de este mes porque se prevé que no esté en condiciones óptimas para viajar, ya que actualmente está siendo tratada por una infección respiratoria.

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