Mientras el resto de chicas de su edad se entretiene poniendo morritos y arreglándose la melena para hacerse selfies y colgarlos luego en su cuenta de Instagram, ella ha dado una lección de madurez a los de su generación y ha creado su propia revista de moda. Tiene sólo 15 años y se ha convertido en la editora de moda más joven del mundo.

Aunque cueste trabajo asimilarlo, Elise by Olsen lleva seis años preparándose a fondo para dar el salto al mundo editorial. Con sólo ocho años creó su primer blog de moda y a los 12 tenía su propia red de bitácoras para hablar de temas relacionados con la moda, la música, la fotografía y el arte. Se toma su empresa como si fuera una actividad extraescolar y cada tarde, después de la escuela, acude a la oficina desde la que da forma a Recens Paper, una revista que ha puesto en marcha para contar lo que realmente preocupa a los chicos y chicas de su generación. No quiere que su revista tenga vinculación alguna con las firmas comerciales porque tiene claro que su producto debe ser independiente, por eso su proyecto lo puso en marcha gracias al dinero que obtuvo de donaciones particulares a través de Kickstarter (un sitio web de financiación en masa para proyectos creativos).

Asusta que una chica de su edad tenga tan claro su objetivo en el mundo empresarial sin tener para ello una formación específica. Esta joven editora ha creado un producto de moda alternativo y diferente a lo que se encuentra en el mercado en el que los temas que hablan de perfección inalcanzable, los estereotipos de género o los estándares de belleza apenas encuentran sitio en sus páginas.

Elise asegura que encuentra temas buceando en las redes sociales, analizando documentales o viendo películas de cine francés. Su planteamiento en bastante sencillo y recalca que lo único que hace falta para poder sacar adelante la revista es tener "una buena agenda con listas de tareas pendientes".

A la hora de dar forma a la publicación, Elise cuenta con un joven equipo de trabajadores cuyas edades oscilan entre los 13 y los treinta y pocos años. Entre todos demuestran que también las nuevas generaciones dan valor al papel en un mundo cada vez más digitalizado. La propia editora asegura rotunda que se decantó por la revista impresa antes que por una on line porque los blog están "totalmente pasados de moda; no conozco a ningún adolescente que lea y siga blogs de forma permanente. Yo misma paso de estar mucho tiempo delante de la pantalla, viendo como me lloran los ojos mientras leo. Prefiero seguir cuentas de Instagram de gente con personalidad o revistas impresas sin un centenar de anuncios que intenten introducirte en su maligna espiral de consumo", ha dicho rotunda en alguna ocasión. Dice que prefiere el papel porque "es coleccionable y almacenable y, además, sirve para documentar nuestro tiempo".