Es la primera vez que visitaba España y lo ha hecho con mucha ilusión por mostrar las canciones de un disco con el que despega su carrera en solitario. Un trabajo que se pondrá a la venta el próximo 9 de noviembre y donde, Dulce María, da un paso más en una trayectoria a la que incorpora un punto "discotequero" y "rebelde", como su famosa telenovela, justificado más que de sobra a sus 24 años. Es el presente de una mujer que sabe por donde pisa y, sobre todo, que lo hace con pasos firmes.

-Apenas ha tenido oportunidad de conocer nuestro país ¿No le da un poco de pena andar con esa premura?

-Sí, un poco. Pero, por otro lado, es la profesión que he elegido. Llevo en ella desde los cuatro años y pienso que ya habrá tiempo de disfrutar. De momento he traído mi música y, más adelante, me encantaría venir para hacer una gira. Aunque nos separe un océano, hablamos el mismo idioma y tenemos muchas costumbres parecidas. Estoy luchando por hacer realidad mis sueños.

-En Hispanoamérica -México, sobre todo-, Dulce María es muy conocida pero aquí casi empieza de cero… ¿Qué tal lo lleva?

-Bueno, afortunadamente vine con mi anterior grupo, RBD, y hay mucha gente que estaba esperándome. Se trata de una nueva aventura y, al final, siempre es como partir de cero y de tocar nuevas puertas. De todos modos, he tenido una acogida superbonita. En Sevilla, por ejemplo, me he encontrado con admiradores de muchos otros lados. Luego, también he estado en Málaga y Jerez. Es esencial el apoyo de todos los sitios por los que voy pasando y en los que desearía dejar lo mejor de mí misma.

-Echando un vistazo a su biografía se ve que, para usted, apenas ha existido otra realidad que el mundo del espectáculo… ¿Eso es bueno o malo?

-Todo empezó como un juego y, de pronto, siendo una quinceañera, entré en una banda. Después, poco a poco, fui introduciéndome más en esto. Hice teleseries y me di cuenta de que se estaba convirtiendo en mi vida y en mi carrera. Hace mucho que no tengo meses sin trabajar con lo que no he tenido otras experiencias laborales.

-¿Se madura más rápido?

-En muchos aspectos, sí. Es demasiada responsabilidad pero te ayuda a crecer, a independizarte de tu familia, a viajar… Lo único que echo de menos es poder desconectar un poco

-Sentimentalmente, todo se vuelve más complicado...

-Mucho más. En estos momentos no tengo pareja y, en realidad, se me presentan pocas oportunidades de conocer a nadie.