Una nueva edición de los Goya en Andalucía, este año en Málaga (el pasado fue en Sevilla) pone el foco sobre la alfombra roja y los nervios, los cambios de última hora, la presión de lucir algo distinto a lo ya visto en los premios Forqué, Gaudí o Feroz obligan a decidir con calma el vestuario tanto a ellas como a ellos. Esas tres pasarelas de moda marcan el inicio del año junto con otras galas del cine internacional, como los Globos de Oro o los Critics's Choice Awards, auténticos indicadores de tendencias y elegancia, donde la alta costura baja de la pasarela para lucir más terrenal.

Penélope Cruz, en 2014, con vestido de bordados y transparencias de Chanel.

La estilista Piluka Echegaray ofrecerá los mejores consejos sobre vestuario a algunas de las actrices invitadas a la ceremonia de los premios Goya. Una auténtica experta en alfombras rojas que asegura que en este tipo de eventos "el estilo de personaje, su físico y el mensaje que quiere transmitir es fundamental a la hora de elegir vestuario".

Aunque no dispone de una bola de cristal, Echegaray augura que la noche de los Goya se verán muchos vestidos con "escote palabra de honor", tal y como ha sucedido en los Globos de Oro o en los Forqué. "Nunca había visto tantos. Es un escote muy de gala, que es lo que corresponde en este tipo de eventos y a veces se nos olvida", argumenta. Echegaray está convencida de que las invitadas a la ceremonia van a optar por "vestidos muy lujosos, con mucha lentejuela y pedrería", diseños muy trabajados y con transparencias, "aunque no tantas como otros años". 

JLo, en los Globos de Oro, con un Valentino con enorme lazo y escote palabra de honor.

Vestidos con más volúmenes probablemente llamen la atención la noche del sábado, "como el de Jennifer Lopez con el superlazo", para algunos lo mejor y para otros lo peor de la última edición de los Globos de Oro. "Cuando llevas una pieza tan llamativa siempre corres riesgos, pero no deja de ser un Valentino", advierte la estilista. 

La actriz Ana de Armas, en la última gala de los Globos de Oro.

De la noche de los Globos de Oro confiesa que el que más le gustó fue el look de la actriz Ana de Armas, nominada a uno de los premios, "un azul noche superelajante, muy formal, con volumen y escote palabra de honor". "Imposible fallar con él", sentencia. Jennifer Aniston también acertó con su vestido negro "muy elegante", también con escote palabra de honor que "da un aire más juvenil a las mujeres que tienen una edad", asegura. La impactante presencia de Charlize Theron con el cabello muy corto "luciendo un corsé dejando al descubierto unos hombros espectaculares fue un acierto", un diseño de Dior muy difícil de llevar.

Macarena García llevó en 2015 un vestido de la firma Blumarine.

Los hombres cada vez arriesgan más sobre las alfombras rojas, si bien en Estados Unidos apuestan más por el esmoquin en blanco "en España el riesgo en los tonos se concentra en el azul y el burdeos". "No hay que confundir el riesgo con el desarreglo, algo que creo que ya se ha superado. Hay que vestirse de gala y de la manera más atractiva posible", señala.

Nieves Álvarez, en los Goya del año pasado, con un Elie Saab inspirado en Gaudí.

En la pasarela española, la modelo y presentadora Nieves Álvarez "va siempre acertada", indica la estilista. "Hay personas que se pongan lo que se pongan es difícil que no les favorezca. Nieves con su altura y movimiento siempre saca adelante el diseño más difícil". Echegaray recuerda que en la pasarela de los Goya cada vez más el diseño español gana terreno a las creaciones internacionales, pero si hay algo que la llena de orgullo y reconoce como muy meritorio es que la diseñadora Teresa Helbig vista en Estados Unidos a mujeres como Eva Longoria o Molly Sims en las últimas galas a las que han asistido.

silvia Abascal, en los Goya de 2018, con un vestido de Marchesa.

Los Goya son un escaparate para directores, para productores y para la moda. "El espectador se fija más en los vestidos que se lucen en la fiesta del cine que en los que se presentan en la pasarela", apunta. Una razón por la que actores y estilistas "deberían apoyar más la moda española" y, al mismo tiempo, "los diseñadores deberían facilitar un poco más el acceso a sus creaciones". Es necesario crear sinergias y para ello es importante abrir el armario a las diferentes siluetas: "Además de apostar por rostros menos conocidos", concluye Piluka Echegaray.

Natalia de Molina, en 2016, con diseño estampado.