Aunque su nombre siempre ha estado asociado al de su hermana, Norma, Carla también posee una carrera en solitario donde, poco a poco, ha ido ascendiendo peldaños. Amante de la pintura y de la actuación, la pequeña de "las" Duval se confiesa, a corazón abierto, en una entrevista donde, además, hemos tenido la oportunidad de conocer su opinión de sus compañeras de reparto, a saber, Lara Dibildos, Juncal Rivero, Arancha del Sol y Cristina Goyanes. Un cartel de cinco estrellas dispuesto a arrasar con la cartelera madrileña en la que, en la actualidad, ocupan el Teatro Muñoz Seca del capital.

-¿Qué tal su regreso a las tablas? ¿Cómo está viviendo este momento?

-Pues imagínate. Tomé la decisión de volver a la interpretación hace un tiempo, surgió la oferta y está siendo una experiencia fantástica. Nos ha dirigido Manuel Galiana y debutamos en Valladolid con una respuesta de público estupenda. Mi personaje es Elena, la anfitriona de una casa en la que se reúnen un conjunto de compañeras de internado 15 años después… Es alguien con mucho carácter, unos principios morales elevados y que defiende la verdad ante todo.

-Hábleme un poquito del resto del elenco… Lara, por ejemplo…

-Es muy perfeccionista y cuida mucho de su trabajo.

-¿Juncal?

-Bellísima y muy elegante. Hace un papel muy divertido. Tiene una gran rapidez mental y posee mucha verdad en el escenario.

-Siga con el resto…

-Arancha me parece muy atractiva y con una gran dimensión teatral y, Cristina, viene de una saga importantísima y lleva en esto desde niña…

-¿Y de usted? ¿Qué me dice?

-Pues que hace ocho años dejé los escenarios y ahora me siento muy realizada. Me considero seria y con ganas de hacer cosas.

-¿Es posible una buena relación en un elenco de tantas féminas?

-Claro que sí. Realizamos una labor en equipo y, la unión, hace la fuerza. Nuestro objetivo es que el resultado funcione y sea bueno.

-¿Le preocupa el hecho de, al ser popular, atraer al público más por su faceta mediática que por la profesional?

-Bueno, eso es inevitable aunque lo interesante es que, a los cinco minutos de entrar en la sala, se olvide eso y se entre en la historia. Hay un instante de gloria para cada una.

-¿Llega con intención de quedarse?

-Sí. De hecho, estoy buscando representante y organizándome para poder desarrollarme.

-¿Cuál la opinión de Norma acerca de su participación en 'Brujas'?

-Estuvo en el estreno y le apasionó. Prefirió no asistir a ningún ensayo y llevarse una imagen final.

-¿Existe la posibilidad de una participación conjunta en algún proyecto?

-Podría surgir pero, a día de hoy, lo ignoro. A ella le han llegado ofertas pero no tiene nada cerrado.

-¿Le molesta que siempre le pregunten sobre su hermana?

-No. Es una figura muy popular y siempre he estado muy orgullosa de ella. Para mí, con independencia de que sea una "estrella", es alguien de mi familia.

-¿Es un inconveniente para su propio avance, tener alguien tan famoso tan cerca?

-No. Las comparaciones nunca son buenas. Tampoco yo he sido tan constante. Estuve cuatro años en México, volví y me dediqué a otros asuntos.

-¿Por qué tomo la decisión de dejar el espectáculo?

-Porque tuve dos gemelas maravillosas y las giras precisan una implicación para la que yo no me veía preparada. Ellas eran mi ocupación por entonces… Luego, el panorama ha cambiado. Me he separado este verano y he tomado otro camino.

-¿Ha llevado a sus niñas a alguna representación?

-Aún no. Son pequeñas y tengo que explicarles esta trama. Su padre, en un musical que hice, tampoco quiso que vinieran porque pensaba que podría influirles cara a su futuro…

-Por cierto, ¿cómo se encuentra de salud?

-Bien. Lo que no te mata, te hace más fuerte y, con enfermedades como la que pasé, tenemos revisiones cada pocos meses. Hace un año terminé un tratamiento de quimioterapia y, desde entonces, nada. A mis hijas no les ha quedado ningún trauma porque he canalizado la situación siendo yo misma. Me considero una persona alegre a la que le encantar reírse y así he actuado. No he asumido esto como algo doloroso.

-¿Puedo preguntarle la edad?

-Soy una mujer madura de "taytantos" (risas). La edad de una actriz siempre es un misterio y, si te conservas bien, vas adaptándote a diversos roles. De aquí a un futuro, no me importaría hacer de abuelita… He descubierto en mí matices más dramáticos con esta nueva aventura y pretendo continuar investigando en esa línea.

-¿Y por lo demás? ¿Tiene predisposición a enamorarse ?

-La verdad es que estoy tranquila, centrada en el teatro y en mi pintura pero espero sorprenderme. Llevo una vida bastante austera y eso surge o no.