Primero enloqueció en las gradas apoyando a su marido, el jugador Tom Brady, (un vídeo que ha tardado poco en convertirse en viral) y luego bajó al terreno de juego para arropar al ganador con un efusivo beso, al más puro estilo Iker y Sara. Gisele Bundchen se ha convertido, queriendo o sin querer, en una de las estrellas de la Super Bowl de este año, con el permiso de Lady Gaga, que arrasó con su actuación durante el esperado intermedio de este encuentro.