Este próximo miércoles convocan a sus seguidores al principal concierto del verano, el que celebran en la plaza de toros de El Puerto. Siempre Así celebra 25 años de música y amistad. De canciones y sentimiento andaluz. Rafa Almarcha, productor de otros intérpretes, es la voz cantante de un grupo que forma parte de la historia sentimental de sus muchos incondicionales.

-Se unieron hace 25 años y siempre así.

-Nos juntamos para el primer disco con el 92. Iba a venir mucha gente por la Expo y queríamos hacer cosas nuevas. Surgimos del coro rociero de Triana, como un grupo de amigos, y no esperábamos tanta repercusión ni por supuesto nos imaginábamos estar ahí al cabo de los años.

-Comenzaron poco después del boom de las sevillanas, pero no sólo para cantar por sevillanas.

-Por eso queríamos tener un coro más pequeño. Nos presentamos en la entonces Sala Pathé, en calle Cuna, y no podíamos sospechar lo que se nos venía encima, aunque aquella noche nos podíamos hacer una idea. Hemos tenido siempre buenos amigos al lado como César Cadaval, José Manuel Soto.

-¿Qué convirtió a su grupo en algo diferenciado entre tanta gente?

-La alegría, la invitación a la fiesta por parte de unos amigos. Creamos un sonido que nos diferenciaba. Y seguimos siendo así: alegres, con ganas de pasarlo bien y hacerlo pasar bien.

-Una de las claves tal vez estuvo en la espontaneidad de los Vamos a escuchá...

-Era una fiesta en el estudio, pero sin saber qué íbamos cantar. Es la belleza de la imperfección, la magia de lo imprevisto.

-Pertenecen a varias generaciones.

-Nunca nos hemos alejado del público. Ni hemos sufrido grandes baches en estos 25 años. Ricos no nos vamos a hacer con ésto, eso lo teníamos asumido desde el principio, y disfrutamos con nuestros treinta y tantos conciertos anuales, aunque este año van a superar los cincuenta.

-¿Por qué es especial la cita del miércoles 9?

-Van a llegar fans desde todas partes, por la zona veranean además muchos amigos. Es un punto de encuentro y además va a estar con nosotros Arturo Pareja Obregón, que es una figura fundamental en la música andaluza.

-En conciertos como el de El Puerto lo organizan ustedes mismos ¿por qué?

-Las contrataciones descendieron hace tiempo y nosotros decidimos ser empresarios de algunos de nuestros conciertos. En El Puerto de Santa María alquilamos la plaza. Tenemos más riesgos, pero los asumimos.

-Sus fieles habrán reído y también llorado con sus canciones...

-Es nos hace sentirnos queridos. Nos llegan quienes estaban muy abajo y escuchándonos han remontado en días malos. Todos los recuerdos de una vida se pueden asomar con una sola canción. Por eso también hicimos un disco de canciones infantiles. No nos han faltado experiencias para hacer sentir.

-Además de Andalucía ¿Dónde están sus incondicionales?

-Nos gusta el cariño que tenemos en Barcelona, en Pamplona, Salamanca. En Tetuán actuamos ante 25.000 espectadores. Y por supuesto, en Madrid, que es fundamental.

-¿Y más allá?

-Gustamos en los países americanos donde también hay mucha tradición taurina: en México, Colombia, Ecuador. A veces me sorprende desde dónde te pueden escuchar.

-¿En todo este tiempo han mantenido el grupo inicial?

-Hicimos dos sustituciones, pero por motivos profesionales. Mufi era médico y quería centrarse en su profesión; y Roberto debió asumir una empresa que debía gestionar.

-¿Al cabo de los años no es tan divertida la vida juntos?

-Este trabajo de cantar también tiene su lado malo, de sacrificios, como dormir demasiados días lejos de casa. A veces esta profesión es dura pero tiene el lado enriquecedor del contacto del público, de la convivencia.

- Como momento en que se lo pasó especialmente bien, el recibimento a los campeones del Mundial.

-Es de esas noches en las que te sientes privilegiado con esta profesión. Estuvimos con Manolo Escobar... Fue muy divertido, y emocionante, por supuesto.

-¿Animados para otros 25 años?

-Otros 25 años, siempre así.