Es la it girl del momento y no oculta su satisfacción por ello. La explicación de haberlo conseguido no es otra que una larga carrera y mucho trabajo a la sombra, mientras soñaba con llegar a pisar algún día una alfombra roja. Pero Amanda Seyfried lo ha conseguido. La guapa actriz acaba de protagonizar la última versión, para adultos, de la mítica película Caperucita Roja, y desde luego la capa no le puede sentar mejor. Desde las butacas, pocos se han resistido a decir a Seyfried qué ojos tan grandes tienes o qué labios más gruesos. Cualidades que le sirven para muchas cosas; la primera, y ante todo, para seducir a la cámara.

Esta actriz, cantante, compositora y modelo empezó en el mundo de la moda cuando sólo tenía 11 años. En cambio, al mundo de la interpretación, su gran sueño, saltó cuando cumplió los quince. Fue una 'chica mala' junto a Lindsay Lohan y cuenta con una extensa trayectoria en el mundo del cine y la televisión, aunque si un trabajo le dio la fama mundial fue el que realizó en la peli musical Mamma Mia, con Maryl Streep, Pierce Brosnan o Colin Firth, entre otros.

De pequeña adoraba a Leo DiCaprio, ahora un buen amigo, y odiaba el cuerpo que tantas satisfacciones le da en el set de rodaje. Adicta a la moda, le encanta enseñar las piernas aunque le gusta vestir de largo, y si es de Alta Costura mejor, para posar sobre la alfombra roja. Amante de todo tipo de complementos, mantiene un estilo nada recargado y sin estridencias que se ha convertido en todo un icono de la moda. Una joven más, que sigue las tendencias y a la que le encanta llevar la melena al viento, maquillarse y pasear con tacones de vértigo.

Amanda es una chica fresca, juvenil y divertida, con miedo al sexo, por la estricta educación que ha recibido, y que está aprendiendo a ser una auténtica hollywodiense. Y de momento no le va nada mal.