El PSOE ha agarrado las declaraciones de Arias Cañete en las que afirmaba su superioridad sobre valenciano y no las suelta. Los asuntos europeos, e incluso los españoles, pasan a segundo plano y de lo que se trata es de hacer sangre en los errores del adversario.

De esta forma, el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, volvió a cargar ayer contra el "machismo" del candidato del PP a las elecciones europeas, Miguel Arias Cañete, y emplazó a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, a exigir al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que lo "quite de en medio" si tanto "le disgustan" sus declaraciones, como ha "filtrado".

En un mitin en el Teatro Josep Carreras de Fuenlabrada junto al líder de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, Rubalcaba recalcó que Cañete es "reincidente" en este tipo de manifestaciones y denunció la "hipocresía", que, a su juicio, tienen en este asunto algunos dirigentes del PP. Otros dirigentes socialistas han secundado a Rubalcaba, entre ellos la propia presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, que censuró el "machismo imperante" del candidato del PP a las elecciones europeas y, en general, de toda la derecha. "A mí me dolió muchísimo el comentario de Cañete porque es impensable que mi generación tenga que luchar como la generación de nuestras madres y abuelas por la igualdad", aseguró la dirigente andaluza.

Según la presidenta andaluza, "los hombres y las mujeres somos iguales pero la derecha y la izquierda somos diferentes, ni siquiera nos parecemos".

En la misma línea, el Secretario de Organización y Coordinador de la campaña europea del PSOE, Óscar López, afirmó que cuando Arias Cañete "dice lo que piensa, sale su machismo, su prepotencia y su soberbia en estado puro".