La celebración de un cumpleaños, y más cuando es medio siglo el que se cumple, siempre se intuye como algo multitudinario y de ambiente festivo. En el concierto por el 50 aniversario de Los del Río, los de dos Hermanas no las tuvieron todas consigo. El público, que se atavió con sus mejores galas, no logró completar el aforo del nuevo recinto de Sevilla Este.

En sus múltiples intentos por arrancar del auditorio unas palmas con las acompañar el repertorio, Los del Río no recibieron más que unos tímidos oles y algún que otro ¡Viva Sevilla! al empezar el recital cantándole a la ciudad. Quien sí causó furor entre los asistentes fue Juan Ignacio Zoido. El alcalde consiguió levantar de sus asientos a un público entregado, pero algo adormilado. Otro que también causó revuelo fue el torero Curro Romero, al que el dúo dedicó unas emotivas palabras entre los versos de Sevilla tiene un color especial, himno no oficial de la Expo 92.

Los del Río supieron rodearse de amigos que los arroparon encima del escenario. Bertín Osborne, Siempre Así y Manuel Lombo, entre otros, congeniaron en el escenario con los artistas e interpretaron canciones propias, del dúo nazareno y de otros artistas.

Con el espectáculo ya avanzado, el público despertó de su letargo. Los del Río estuvieron acompañados por grandes representantes del mundo de las sevillanas, como Cantores de Híspalis, Los Marismeños y El Mani. No tuvieron que esforzarse mucho para que el auditorio acompañase el ritmo de las coplillas, porque en cuanto sonaron los primeros acordes de las guitarras algún que otro espontáneo se arrancó a tocar las palmas y muchos lo siguieron. Incluso se vieron algunos brazos que simulaban bailar sevillanas.

Tuvo que llegar Macarena para conseguir que aquello se empezara a parecer a la final de la Super Bowl en la que los americanos, sin saber que Macarena era nombre de mujer, hicieron suyos los pasos de la popular canción. Salvando las distancias, los asistentes no puedieron evitar moverse al ritmo de esa letra que tantas satisfacciones ha dado a estos artistas. Como si el tiempo se hubiese detenido, Sevilla volvió a recordar los tiempos en los que de aquella canción que dio la vuelta al mundo.

El recital que Los del Río brindaron anoche fue un espectáculo, por el carisma y la simpatía que ambos regalaron a su público, que lleva acompañándolos media vida. Sevilla celebró de la mano Antonio y Rafael este medio siglo de música, animación y alegría, la síntesis de esta pareja siempre entregada a su gente, como se volvió a demostrar este viernes, que acabó con esa canción que recuerda el color de la ciudad que los ha llevado a la cima.