Pasarela

Madonna: un mito entre la luz y las sombras

Vivir con mi hermana Madonna es el título. Christopher Ciccone, el autor y, Madonna, la gran protagonista. "Cualquiera que tuviera contacto con ella, si quería conocerla, en el fondo tenía que acercarse a él", confiesa el actor Rupert Everett al comienzo de esta obra publicada por la editorial Libros Cúpula que, recién puesta a la venta, nace sembrando el escándalo. Una acogida popular nada sorprendente si tenemos en cuenta de que hablamos de una mujer que, desde hace más de tres décadas, marca el ritmo al que, luego, se mueve la sociedad.

Por eso mismo, la intimidad de ésa sobre la que, al marcar su nombre, Google devuelve más de 80 millones de referencias, no puede dejar indiferente a nadie. Y así transcurre el texto de la polémica: desentrañando curiosidades tales como que, recién levantada, Madonna se toma un trago de agua salada -que absorbe por la nariz y escupe por la boca- o que, antes de actuar, pasa una hora haciendo ejercicios de estiramientos y vocales en su camerino.

Desde ese punto aparecen numerosas anécdotas similares que, además, se alternan con fotografías inéditas de cuando, entonces como Verónica Ciccone, la "ambición rubia" era un miembro más de su familia que estudiaba, se divertía y, sobre todo, soñaba con alcanzar un horizonte que el destino le tenía preparado superando hasta sus más ambiciosas expectativas. Sin embargo, antes del Olimpo, le aguardaba un duro tránsito no exento de drogas, sexo y excesos en general que, su propio hermano, no ha tenido inconveniente en desvelar.

"Mi vida personal le da igual porque eso no puede ayudarle en nada a su carrera…". Con tan desoladora confesión, el autor da forma a un relato a través del que, poco a poco, va desmontándose la imagen del mito. Sus tormentosas relaciones con hombres como Sean Penn o Guy Ricthie -del primero alaba su masculinidad y, del último, critica su inseguridad-, el impacto que supusieron sus multitud de fotografías eróticas entre los suyos, los fracasos como actriz o el trato despreciativo y déspota hacia los demás del que suele hacer gala la estrella son parte del contenido de trece capítulos que se cierran con un epílogo encabezado por una frase de Cervantes: "El tiempo lo madura todo; nadie nace sabio".

Una buena conclusión para analizar la cara más desconocida de una grande que, como todos los de su estatus, tras las luces esconde también oscuras sombras. Ésas que incluso llegan a poner en duda la generosidad de las adopciones en África -la última, se le ha negado-, con las que Madonna parece estar tan implicada. "Compite con Angelina Jolie, de modo que no va a ayudar a un sólo niño. Va a ayudar a un país entero y quiere que todo el mundo lo sepa", apunta el narrador de este análisis por el que, fans o no, debieran interesarse. Madonna constituye un icono a cuyo magnetismo resulta imposible escapar.

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