Jon Kortajarena tiene tan sólo veinticuatro primaveras y ya cuenta con una carrera imparable que lo lleva a estar entre los diez top model más admirados en el panorama internacional. Por sus ojos verdes y pelo castaño suspira medio planeta y es uno de los modelos más ovaciones cuando pisa una pasarela. Ha trabajado para las firmas de moda más cotizadas y ahora prueba suerte en el séptimo arte. Una meteórica lucha por llegar lo más lejos posible que lo hace a día de hoy uno de los jóvenes más admirados y queridos del terreno nacional e internacional.

Su andadura en el mundo de la moda comenzó casi por casualidad, cuando acompañó a un amigo a un desfile en Barcelona. Sólo tenía 18 años, pero Eduardo Sayás, asesor de la Agencia View, vió en él muchas posibilidades. A los pocos meses debutó en Cibeles con ropa de Roberto Verino y más tarde su cara y metro ochenta copaba la publicidad de la campaña internacional de Just Cavalli.

Todo le llegó rápido, pero pronto descubrió que aquello iba en serio. Cruzó el charco, y en Nueva York fue la imagen de la campaña publicitaria otoño-invierno 2004-2005 de la firma Versace. Tras ella, su fama creció como la espuma, haciéndose un hueco en la moda como uno de sus modelos más atractivos a nivel internacional.

Natural del País Vasco es uno de los modelos españoles que más éxitos ha recogido a principios del siglo de este siglo y uno de los más perseguidos por marcas, directores y diseñadores de moda de todo el mundo. Su imagen ya es habitual en pasarelas, campañas publicitarias y revistas y es habitual en firmas de la talla de Uno de 50, Jean-Paul Gaultier, Dolce&Gabanna, Victorio &Luchino, Chanel, Giorgio Armani o Guess, entre otros tantos.

Tras ser el modelo fetiche de Tom Ford (Gucci), ahora debutará de la mano de éste en el cine; con un papel de chapero ingenuo en A single man (Un hombre soltero). El filme, protagonizado por Colin Firth y Julianne Moore, supone el salto del cotizado modelo al séptimo arte. Una oportunidad que le ha regalado mucho y no quiere dejar escapar.

Sus casi metro noventa y sus rasgos angulosos, masculinos y sensuales lo encumbran como uno de los hombres más deseados dentro y fuera de las fronteras de este país, pero el corazón de Jon aún no está ocupado. Muy reticente a hablar de su vida privada, el vasco suele ocupar más portadas por sus trabajos que por la situación de su corazón, pero eso no le libra de protagonizar algunas noticias que hablan de sus posibles amores y desamores. De hecho, hace tan sólo unos días que fue el protagonista de un sinfín de especulaciones sobre una supuesta relación con Madonna. Rumores ante lo que no ha querido pronunciarse, pero que no han ido a más. Aún así, el joven ha reconocido en alguna entrevista que está abierto al amor. Candidatas no le faltarán.