Juan Urdangarín celebró ayer su mayoría de edad en Suiza rodeado por un nutrido grupo de amigos y por su incondicional abuela, la reina Sofía, por la que el joven siente verdadera admiración.

El primogénito de doña Cristina no es tan conocido mediáticamente como su primo mayor, Felipe de Marichalar, con el que sólo se lleva un año de diferencia. Juan Urdangarín es mucho más reservado que Froilán y, hasta ahora, no ha dado titulares relacionados con su vida privada. Ni sus salidas nocturnas ni sus amores han trascendido mediáticamente y sólo se sabe de él que ha heredado de su padre la pasión por el balonmano y que, entre los deportes que practica, se encuentra el esquí, el tenis y el fútbol.

Es, probablemente, el más discreto de todos los sobrinos de Felipe VI. Los que mejor lo conocen aseguran que siempre fue un niño reservado y tímido, unos rasgos de personalidad que se han marcado aún más después de la explosión del caso Noos. Juan Urdangarín siempre se ha mostrado muy cercano a sus padres. Tanto es así que cuando le dieron la posibilidad de seguir estudiando en Washington, donde sigue matriculado su hermano Miguel, él prefirió cursar el bachillerato en Suiza para estar así más cerca de sus progenitores. El joven es consciente de la difícil situación por la que atraviesa su familia y por eso suele ejercer de hermano mayor arropando a los más pequeños de la casa. Ahora cumple 18, pero está claro que el mayor de los Urdangarín ha sido mayor de edad antes de tiempo.