Sábado marcado por la pequeña decepción de la ausencia de Juana Martín -enferma de neumonía-, pero por la gran alegría de esperados reencuentros como el que protagonizó Marisa Jara quien, de nuevo, volvió al Simof, más delgada que nunca, para una mañana que arrancó con Diseños Hermanas Serrano y Mis lunares por delante, colección confeccionada en lycra, popelín y raso desde la que se dio paso a Sara de Benítez (cordobesa de Palma del Río con muy buenas ideas y depurado estilo que invitó a la actual Miss España, Paula Guilló, como otro rostro conocido, además de "la" Jara, para su puesta en escena). "Jaleo" fue el nombre elegido para aglutinar propuestas entre las que destacaron la combinación de lunares grandes y pequeños, los cortes ceñidos con cinturas definidas a través de fajines con lazos, blusas anudadas al lateral, cuellos camiseros y, en general, un aire chic que agradó, y bastante, a los asistentes. Para terminar la cita matutina, Carmen Latorre recordó a Marisol en "Cabriola", regreso a los 60 a través de cortos a media pierna, escotes en "V" y varias hileras de volantitos muy elaborados que se remataron con muy estilosos estilismos de moños altos, redondeados y con volumen.

Ya por la tarde, Ángeles Verano se superó en "Sangre y luna", abandonando un poco los tejidos estampados por otros lisos y de lunares en torno a los que hizo girar un trabajo, como siempre, muy femenino. Mangas largas, por un lado, y tirantes, por otro, pero enriquecidos con enrejados de fleco a modo de elegantes hombreras, constituyeron parte de una estampa dentro de la que, esta maestra de los mantoncillos, desplegó contrastes, en el colorido, muy llamativos. Con el rojo como hilo conductor, destacar los dos diseños lucidos por Elisabeth Reyes, presencia "estelar" para el segundo tramo del día. A saber, una espectacular bata de cola negra y, otra en dos piezas de falda y corpiño-corsé de fondo negro y lunares blancos no apta para cardíacos… Por su parte, Nuevo Montecarlo empleó, en De mil colores, las tiras bordadas, el encaje de bolillos y las cintas de terciopelo como detalles de un trabajo planteado desde la gama de los pasteles y pensado tanto para una flamenca clásica, revestida de una cierta inocencia, como para los más pequeños de la casa.

A continuación, Luchi Cabrera realizó un planteamiento comercial pero no por ello con menos clase puesto que, Que no nos falte de ná, constituyó un repaso a este sector, durante su evolución en el siglo XX y XXI, que incorporó palabras de honor con boleras, tirantes con chaquetas transparentes o cuerpos cubiertos por una especie de delantal rematados, en los bajos, con madroños de algodón. Un lúcido conjunto dentro del que, aparte de los fantásticos complementos de la sevillana, se abrió una puerta hacia otros en macramé que salieron victoriosos al reto de la pasarela. Por último llegó el turno de Carmen Jarén y Sonibel, dos empresas diferentes y, por tanto, dos diferentes formas de entender la flamenca. Así, la primera caminó, en "Patios de lebrija", sobre la sencillez -como buena arma para contrarrestar los excesos-, y, a pesar de ello, logró sorprender gracias a piezas muy efectivas de entre las que recordamos ésa en fondo azul marino sobre la que se dispusieron grandes círculos rojos de cuerda o, en crudo, el dos piezas, de blusa y falda, en lino. Fresca, cómoda, punible y con personalidad, Jarén fue sucedida por Sonia & Isabelle (Sonibel) y "Cigarreras en Trajano". Un fin de fiesta sobre crudos y tierras que alternó las caídas suaves con los volantes en talles bajos de un conjunto que abrió el abanico hacia batas aflamencadas y otras a modo de guardainfantes con ciertos toques sureños.

Por si hubiéramos tenido poco, hoy domingo podrá disfrutarse del buen hacer de talleres como el de Cañavate, Lina, Creaciones Maricruz o Sevillanía los cuales, junto a otros profesionales, conformarán un panorama al que se sumarán las mediáticas Cecilia Gómez, ex de Fran Rivera, y María José Suárez. Para no perdérselo.