La reina británica Isabel II ha reaparecido este miércoles en un acto privado en el castillo de Windsor, una audiencia personal con el general Nick Carter, jefe del personal del Ministerio de Defensa. La monarca quiere así mostrar que sus problemas de salud en la espalda no son tan graves tras no haber asistido el pasado domingo al homenaje a los caídos en la Primera y Segunda Guerra Mundial.
Isabel II, con un vestido en tonos verdes, naranjas y adornos florales y luciendo un collar de perlas, ha sido captada sonriente, dando la bienvenida y charlando con el militar en una de las salas del castillo.
La reina, de 95 años, no estuvo en el cenotafio donde se rinde homenaje a los caídos en el Domingo de Recuerdo, una cita ineludible que no pudo cumplir por una dolencia en la espalda. Tan sólo tres días después ha mostrado que está recuperada y en forma.
Además de la ausencia del pasado fin de semana, la reina también se ausentó de la Cumbre del Clima celebrada en Glasgow y suspendió otra visita oficial que tenía previsto en Irlanda del Norte.
El 20 de octubre quedó ingresada durante un día para ser sometida a pruebas preliminares y los médicos le recomendaron que guardara reposo. Todo ello se produce medio año después del fallecimiento de su marido, el duque de Edimburgo.
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