Pasarela

Estallido de color en estado puro

Con un homenaje a la aldea almonteña arrancó la propuesta de Pepa Castro, a las cuatro y media de la tarde ayer en un Salón Internacional de Moda Flamenca (Simof) que, durante estos días, se celebra en Sevilla. Esta diseñadora desarrolló un concepto donde resultaron originales unos enrejados que, urdidos con delicadeza en cada uno de sus trajes, constituyeron una de sus principales aportaciones. Eso y las terminaciones en redondo de los bajos de unos vestidos entre los que también se dejaron ver algunos pantalones aflamencados.

Posteriormente, Melisa Lozano trajo desde Fuengirola una colección titulada 'Dos amores' en conmemoración tanto de la Virgen del Rosario como de la Virgen del Rocío. ¿Cómo se plasmó dicha intención? A través de 38 propuestas entre las que encontramos verdes almonteños y tonos tierras como principales colores y, aparte, mangas con volumen, escotes muy pronunciados y mucha asimetría en las terminaciones (en cuanto a lo que el patronaje se refiere).

De inmediato, llegó la acción conjunta que, cada año, realizan Mari Carmen Cruz y Ángeles Espinar. La primera apostó por el clasicismo a la antigua usanza y por la comodidad como principal señal de identidad y, en cuanto a la segunda, ésta volvió a demostrar por qué su obra es una de las más celebradas en lo que al mantón de Manila y las mantillas -de blonda, goyescas y de chantilly- se refiere. Así, desde los modernos azulina y fucsia a los más tradicionales rosas, blancos y negros, Espinar apostó por un onírico universo de flecos en el que no faltaron las flores, pájaros, motivos chinescos, uvas y hasta una pieza costumbrista con ocho edificios bordados de Sevilla.

En cuanto a Loli Vera, nacida en Puebla de los Infantes, agradó con unas ideas exclusivas articuladas en torno al nombre genérico de 'Ilusiones' y en las que, la profusión de detalles en cada vestido, fue una nota más que destacable. Claro que, para llamar la atención del respetable, tenemos a Aurora Gaviño especialista, cada temporada, en seguir aquella máxima de "renovarse o morir". Bajo esta filosofía, la sevillana navegó con 'El galeón de Manila' hacia tierras mexicanas de las que, en esta ocasión, nace la inspiración en torno a la que articuló un recorrido hacia gasas teñidas y, especialmente, infinidad de cintas coloreadas con las que se alcanzó una dimensión muy cercana a la inconfundible estampa de la recordada Frida Kahlo. Gasas de algodón, lienzos y chalequillos pintados a mano, talles un poco más altos que en 2009 y, como colofón final, un modelo nupcial dentro de un conjunto en el que no faltó la voz de India Martínez, y las presencias de famosas como la cantante Toñi Salazar, de Azúcar Moreno, Carmen López o Noelia Margotón.

Para terminar, Cristo Báñez se fijó en la moda urbana para, extrapolándola a la pasarela, hacer desfilar sobre ella no sólo sus creaciones dedicadas a la mujer sino, en especial, una novedosa línea pensada para el hombre ambos en cuatro escenarios tan distintos, y, a la vez, complementarios como el Rocío, las tardes de toros, la feria de día, y la de noche.

En virtud de ese propósito, "ellas" usaron prendas cómodas, 'sexys', y hasta provocativas con detalles como esos bolsos cruzados o gafas de sol que cualquiera puede utilizar. Por su parte, "ellos" se decantaron por chaquetas de estupendo patronaje, jerseys con cuello en pico, camisas en alegres rosas o rayados celestes y tejidos como el lino para, en el horario nocturno, soportar mejor el calor de las masas. Todo un acierto en el adiós de la jornada.

reportaje gráfico: Jaime Martínez

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