El gran público lo empezó a conocer en el año 2005, cuando interpretó a Benito, el guarda de seguridad de la serie Cámera Café. Pero la trayectoria profesional de Daniel comenzó hace más de 20 años, con lo más granado de las tablas teatrales. Aunque ha participado en numerosas series de televisión desde Aquí no hay quien viva a Acusados, es sobre todo un actor de teatro. Se ha subido a los escenarios con más de 30 obras, dando vida casi siempre a personajes de la literatura clásica. Ahora prepara el clásico de Shakespeare Otelo y la próxima temporada de la serie de TVE Isabel, en la que da vida a Alfonso V.

-Tras participar en Hamlet, El Quijote, Bajarse al moro o Don Juan Tenorio ahora se mete en la piel de Otelo, ¿cómo se prepara personajes tan complejos?

-Lo primero que hago es estudiarme el papel, buscar cosas del personaje y de su época y leerme los diálogos habiéndome documentado antes. Todo esto es un largo proceso creativo y lo bueno es que teniendo tiempo de ensayar se pueden probar cosas sin presión para que quede perfecto. Es lo que estoy haciendo ahora con el personaje de Otelo. He vuelto a Madrid tras un mes de vacaciones para ensayar con tiempo esta obra que estrenamos el 10 de octubre en Valladolid.

-De los personajes clásicos que ha interpretado, ¿con cuál se queda?

-No sabría cuál elegir, porque todos me aportan y a todos les aporto. Pero si tuviera que decidirme por uno sería el Rey Sancho de La estrella de Sevilla o Don Cosme de Un bobo hace ciento.

-Tal y como está la situación de hoy en día ¿preferiría vivir en alguna de las épocas en las que vivían sus personajes?

-Bueno... Lo de vivir en el Siglo de Oro... No sé yo (risas). Aunque si es para vivir como reyes no está mal. Si tuviera que elegir una de las épocas en las que ha estado ambientado alguno de mis trabajos en la que me hubiera gustado vivir sería el siglo XV, época de Alfonso V, personaje al que interpreto en Isabel. Fue un período muy intrigante, así que elegiría ese. Aunque, bueno, vivir en la actualidad al final no sé yo si es hasta parecido, que cada vez avanzamos menos, damos pasitos pa atrás como los cangrejos.

-El papel que le hizo conocido por la mayoría del público fue el de Benito en Cámera Café, ¿qué recuerdos tiene de aquella etapa?

-Recuerdos imborrables, disfruté mucho. El equipo de dirección y producción apostó por bastantes actores que no éramos muy conocidos y eso es de agradecer. Los compañeros nos seguimos echando mucho de menos y cuando podemos aprovechamos para vernos. Hay mucha gente que me sigue a partir de ahí y me hace mucha ilusión que me recuerden por este trabajo.

-Ahora está terminando la gira con ¡Ay Carmela!, preparando Otelo, la temporada de Isabel ¿Cuándo descansa en verano?

-Y además de eso dentro de unos días me voy a mi tierra, Cartagena, para rodar el corto Políticamente correcto para ayudar a gente que está empezando en esto. Pero algo sí que descanso (risas). Acabo de volver de todo un mes de merecidas vacaciones. Cuando tengo tiempo libre lo que me gusta es ir a mi tierra. Como yo digo, soy un patriota murciano. Antes no iba tanto, pero conforme uno se hace mayor, más quiere volver a casa. Además en un pueblo de Murcia, Los Nietos, tenemos una casita familiar, y allí voy con mis padres y hermanos, a disfrutar del mar y de los míos.

-Para viajar ya tiene su trabajo, ¿con qué sitio de los que ha estado se queda?

-Lo que me ocurre es que cada sitio al que voy me alucina. Cuando voy por primera vez porque es la novedad y cuando voy más veces porque lo redescubro. No sabría con cuál quedarme pero lo que sí puedo decir es que soy un enamorado del Norte. Hace poco estuve otra vez en Gijón y es una ciudad que me encanta. Lo que más me gusta de viajar es pasarlo bien en cualquier momento y sobre todo conocer a la gente de cada lugar.