Pasarela

Coco Chanel, agente secreto

  • Un documental francés asegura que la famosa diseñadora trabajó como espía para la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Quiso utilizar su influencia para recuperar su negocio de perfumes.

La vida de Coco Chanel tiene un capítulo por el que hasta ahora se había pasado de muy de puntillas. Parece que la famosa diseñadora tiene mucho en común con Sira Quiroga, la protagonista de la novela de María Dueñas, El tiempo entre costuras, ya que, según asegura ahora una cadena de televisión francesa, ejerció como espía para la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial.

El documental, La sombra de la duda, emitido por France 3 y que ha batido records de audiencia en el país vecino, está dirigido por el historiador Franck Ferrand y toma como base unos documentos encontrados en los archivos del Ministerio de Defensa galo, en los que se demuestran que la diseñadora trabajó directamente para la inteligencia  militar alemana a principios de los años 40.

Según asegura el historiador, fue en un viaje a París cuando la diseñadora comenzó su relación con altos cargos del ejército alemán. Coco se hospedó en el hotel Ritz, uno de los edificios ocupados por el ejército alemán durante la ocupación francesa, y allí no tuvo ningún problema a la hora de mostrar su talante antisemita, lo que generó un acercamiento con los altos cargos. La diseñadora fue relacionada con varios mandos del ejército, entre ellos, con el barón Hans Gunther von Dicklage, miembro de la Gestapo, con quien parece realizó algunas misiones secretas en Madrid y Berlín a principios de los años 40. Su trabajo como espía en España se remonta a 1943  y su objetivo era mantener una reunión con Churchill para lograr una tregua en la contienda, aunque según asegura el documental, este encuentro nunca llegó a celebrarse.

Coco Chanel tenía un nombre en clave, Westmister, curiosamente el título de uno de sus primeros amantes, el duque de Westmister, uno de los personajes más adinerados de la época, con quien mantuvo una breve relación en 1920. Según indica el documental emitido por la televisión francesa, el código relacionado con Chanel era F-7124.

La influyente modista no sólo pudo participar en misiones secretas sino que también utilizó su influencia durante la ocupación alemana de Francia en un intento por recuperar su negocio de perfumes, que había sido comprado en 1924 por la familia judía Wertheimer. No obstante, la jugada le salió mal porque la citada familia, por miedo a perder su negocio, le dio el poder a un empresario no judío, que se lo devolvió tras la guerra.

Los filtreos de Coco Chanel con el mundo del espionaje no son un rumor reciente. En el libro Durmiendo con el enemigo: la guerra secreta de Coco Chanel, del periodista americano Hal Vaughan, se aseguraba que la diseñadora no sólo era amante de Von Dincklage, sino que también era profundamente antisemita. "Vaughan revela que Chanel era más que una simpatizante nazi y colaboradora. Era una agente nazi trabajabando para Abwehr, la agencia de inteligencia militar alemana", asegura en un comunicado la editorial Alfred A. Knopf.

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