Pasarela

Chanel al desnudo

  • Karl Lagerfeld muestra el corazón de la alta costura y reproduce su taller de la rue Cambon sobre la pasarela del Gran Palais para rendir homenaje a su equipo de artesanas

Lagerfeld lo ha vuelto a conseguir. Sus desfiles son los más esperados y no decepcionan. En esta ocasión el Kaiser ha querido mostrar Chanel al desnudo y, para ello, no ha dudado en trasladar el taller de la Rue Cambon a la pasarela del Grand Palais, ésa que en años anteriores convirtió en un supermercado, un aeropuerto o un casino. Se trataba de rendir un homenaje a las más de cien artesanas -las 'petites mains'- que hacen posible que sus diseños cobren vida y, para ello, no lo ha pensado dos veces y ha trasladado mesas, maniquíes, telas y demás herramientas de su taller hasta la pasarela, haciendo que las modelos desfilaran con los mismos diseños que las costureras, a tiempo real y sobre el escenario, estaban confeccionando.

Como testigos de excepción de esta pasarela teatralizada estuvieron incondicionales de la firma, desde Inés de la Fressange hasta Vanessa Paradis o Alice Dellal. Ocupó también un puesto destacado la niña mimada de Lagerfeld, Willow Smith, que en esta ocasión presenció el desfile junto a su famoso papá.

La propuesta que hace Lagerfeld en Alta Costura para la temporada otoño invierno presenta unas siluetas muy tapadas en las que todo el protagonismo recae sobre las estilizadas chaquetas de hombros 'cocoon'. Para el día, la 'maison' francesa propone, sobre todo, diseños en blanco y negro aunque deja sitio también al beige, mientras que para la noche la paleta de colores se abre a otros tonos más otoñales como el naranja o el marrón. El vestido da vida a la noche de Chanel, con faldas abultadas hasta media pierna y aplicaciones de lentejuelas y plumas que sobresalen de los hombros y caen por debajo de la rodilla. Como complemento, los mitones largos que sobrepasan el codo y parecen salir de debajo de la manga y las botas XXL. En esta ocasión, los bordados artesanales, sobre todo los realizados sobre lanas opacas de abrigos y trajes de sastre, ocupan también un lugar destacado en esta colección.

El homenaje que Lagerfeld quiso rendir a sus costureras finalizó al cierre del desfile, cuando el Kaiser salió a saludar de la mano de algunas de ellas.

Por la pasarela parisina también desfiló ayer Giambattista Valli, que llegó pidiendo su sitio y demostrando con sus estilosos vestidos que estaría dispuesto a quitarle el sitio a Chanel si fuera necesario. Valli se inspiró en la película El arca rusa de Alex Sokurov para crear su colección, y se fijó sobre todo en el estilo de las zarinas, por eso destacaron los volúmenes y los patrones de silueta fluida. Los minivestidos, muy recatados en su parte de arriba, con escotes de cuello alto y bordados florales, fueron dejando sitio a los diseños semitransparentes, casi siempre de raso y organza, así como a los plisados y las superposiciones. Aunque si algo llamó la atención del desfile de Giambattista Valli fueron los dos vestidos finales elaborados en tul, que abrían su falda de manera pomposa y ocultaban el torso hasta llegar al escote, dos diseños que elevaban la alta costura a su máxima expresión.

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