Angelina Jolie es una mujer con aspiraciones; muchas y variadas. La esposa de Brad Pitt no se conforma con ser una de las actrices más perseguidas y aclamadas, tampoco con ser una de las celebrities más rentables sobre la red carpet ni con ser alabada en todo el mundo por su imparable labor filantrópica. Angelina quiere seguir creciendo profesional y personalmente por eso acaba de confesar que está "abierta" a la idea de comenzar una carrera política o diplomática. "Cuando te dedicas a realizar labores humanitarias, eres consciente de que la política tiene que ser considerada. Porque si realmente quieres un gran cambio, entonces tienes que asumir una responsabilidad. Pero honestamente, no sé si en ese rol sería más útil. Soy consciente de cómo me gano la vida y eso puede ser un impedimento", ha declarado la hollywodiense en la última edición norteamericana de la revista Vanity Fair, que la acaba de nombrar 'Mujer del Año'.

Directora de cine -dirigirá en su tercera cinta, By the sea, a su pareja Brad Pitt-, embajadora de buena voluntad de la ONU -muy venerada por su labor en los campos de refugiados- y recién nombrada dama de honor de la reina de Inglaterra en reconocimiento a su lucha contra la violencia sexual, la actriz de 38 años también está viviendo un momento personal pleno. Recién casada con Pitt, confiesa que ser marido y mujer le hace sentir "diferente" pero es una sensación bonita y que encanta a sus hijos.