Crítica 'Madame Marguerite'

Simpatía por la señora baronesa

Madame Marguerite. selección OFICIAL. Dramedia, Francia, 2015, 127 min. Dirección: Xavier Giannoli. Intérpretes: Catherine Frot, Christa Théret, André Marcon, Michel Fau.

No se sabe qué es peor, si la película de apuesta personal (lean a Crespo abajo), o la que está aquí para cubrir compromisos con el distribuidor, aparente caso de esta Madame Marguerite que, tras pasar por Venecia, se cuela en sección oficial con estreno garantizado y hechuras de corrección académica que auguran una fluida carrera en el actual circuito de versión original.

Y no es que esté mal del todo la cinta de Giannoli, director que prometía (Les corps impatients) y se quedó en promesa. A saber, da lo que anuncia: ambientación de época (París, años 20), amplitud de foco, amable tono de comedia con apuntes dramáticos y una historia, inspirada en la vida de la cantante Florence Foster Jenkins, diseñada para conquistar la empatía con una dama autoengañada y aplaudida (Frot, una vez más en la piel de una ingenua entrañable), ya sea por compasión o por burla cruel, por todos los que la rodean. Son ellos, su fiel sirviente negro o la decadente troupe de vanguardistas, lo mejor de una cinta empeñada en agitar el amour fou, el retrato de época y los abismos de la locura en un cóctel sabroso pero sin alcohol.

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