Los Inocentes | Festival de Cine de Sevilla

Tirar la piedra y esconder la mano

'Los inocentes', debut en el largometraje de Guillermo Benet.

'Los inocentes', debut en el largometraje de Guillermo Benet.

Todo es contradictorio en esta ópera prima de Guillermo Benet al que desde luego no le faltan ideas ni tampoco atrevimiento para meterse, casi de entrada, en un inmenso berenjenal del que finalmente no va a saber salir. Los inocentes parece remitir, sin decirlo, al Caso 4F, del que ya se hizo un documental, Ciutat morta, que quedó en una posición difícil cuando Rodrigo Lanza fue juzgado y condenado recientemente por asesinato.

La película de Benet tiene un estilo de cine de guerrilla (rodaje en 1:1 con lo que parece un teléfono móvil, buena selección de localizaciones, ambiente callejero y nocturno en una ciudad muerta) que demuestra que su autor sabe mantener un plano y está dispuesto a trabajar con actores que no necesitan la red de seguridad del montaje para sentirse a cubierto. El problema de Benet, tal vez debido a su juventud, es un poco el mismo que el de sus personajes: tirar la piedra y esconder la mano. Los inocentes peca de vaguedad e indefinición a la hora de denunciar esa realidad que se supone reconocible y cercana, mientras le sobra casi todo ese vano griterío de sofá infantilmente anarcoide.