Quien más quien menos ha entrado alguna vez en una proyección del Festival de Cine Europeo de Sevilla (SEFF) y ha tenido que salir dándole explicaciones de urgencia a su pareja, que no acaba de entender el plano-secuencia en blanco y negro de 93 minutos de una anciana acompañada por un perro moribundo en el interior de un piso de la periferia de una ciudad de provincias de Hungría. Con esta clase de parodia sobre el cine de autor europeo y -a la vez- de los tópicos más o menos establecidos en torno al cine de autor europeo, juega Paco Campano en el primer spot promocional que lanzará el certamen sevillano a comienzos de octubre para promocionar su decimosegunda edición, que se celebrará del 6 al 14 de noviembre.

El rodaje se desarrolló la tarde de ayer en la terraza de los cines del centro comercial Nervión Plaza, entre las taquillas y uno de los accesos a las salas. Ingrid García Jonsson y Jesús Carroza son este año los protagonistas, junto con Juanfra Suárez, de la campaña de la que se ha vuelto a hacer cargo el siempre lúdico y modélicamente gamberro Campano tras el muy comentado éxito de los vídeos que realizaron él y Darío García el pasado año, burlescamente inspirados en famosos éxitos de-ayer-y-hoy de la cinematografía continental: Dogville, Blow Up, Amour y La grande bellezza, rebautizada para la ocasión como La grande perezza. Para la próxima y cercana edición serán tres, "dedicados a distintos bloques del festival, como son las proyecciones de las películas, los noches de conciertos y las actividades paralelas", explica Campano.

En el spot grabado ayer, García Jonsson y Carroza son una pareja que se acerca a comprar sus entradas para una de las sesiones del SEFF. Ella, digamos, no tiene ganas de ver una película lentayalegórica de gente de algún antiguo país comunista que casi no habla porque su alma agoniza, y él en realidad tampoco, o al menos mucha idea no tiene de lo que va a ver, pero en fin, algunas veces, aunque nadie haya encontrado todavía una explicación convincente, todo el mundo finge un poco. Luego, para ella la cosa empieza a parecerse a una pesadilla cuando se disponen a guardar cola para entrar en la sala y todas las personas llevan gafas de pasta.

"Condenada a ver cine de autor", el titular de esta crónica, es lo primero que dijo Chencho Fernández, el gran rockero de la Alameda, nada más llegar y hacerse una composición de lugar. Junto a los demás figurantes, todos, en efecto, con gafas de pasta -suyas o suministradas por el equipo de rodaje-, y junto a algunos sospechosos habituales de la cultura y la noche sevillana (el discjockey Reyes Estrada, el promotor David Linde, el guitarrista de Miraflores Javier Neria...), él fue uno de los miembros de esa cola de amigos de la cinefilia guay que tanto aterró al atribulado personaje de Ingrid García Jonsson.

De los otros dos vídeos poco se sabe y menos aún se puede contar. Es seguro que uno de ellos, al estilo de los del año pasado, tendrá guiños paródicos a La Isla Mínima, y que el otro transcurre en los alrededores de la Sala X, donde se celebrarán los conciertos del festival, porque allí fue avistado la noche del pasado jueves Paco Campano con su cámara y enfundado en un mono reflectante de Lipasam; pronto, en Youtube y en las redes sociales, se sabrá qué pintaba allí el descontextualizado nazareno de túnica blanca que le acompañaba...