Feria de El Puerto

Ricas tapas lusas y un cóctel de oporto para un 'bom proveito'

  • La caseta de la ciudad lusa, a la que se dedica este año la feria, representa un espacio atípico y vanguardista donde no suenan sevillanas y existen butacas donde poder tomar un descanso

Una caseta sin albero, sevillanas ni farolillos parece algo inconcebible en la Feria de El Puerto. Sin embargo, Oporto, la ciudad hermana a la que este año se dedica esta popular fiesta, ha traído este año al recinto de Las Banderas una propuesta muy singular. Entrar en la caseta de Oporto es salir del ambiente típico de feria. Con suelo moquetado y con un moderno y cómodo mobiliario, con butacas en las que poder descansar, este lugar parece un oasis de relax en medio del habitual jolgorio. Una pequeña representación de la ciudad portuguesa más moderna y cosmopolita.

La música recrea una ambiente apacible, entre chill out y acordes portugueses, aunque, como cuenta Nuno Inverneiro, encargado de la caseta, también guardan algún disco de sevillanas para que no decaiga la fiesta. Inverneiro, chef y propietario del restaurante O'Comercial en Oporto, explica que "la idea era representar la ciudad de Oporto, pero fue muy difícil porque la fiesta aquí es muy popular y estamos intentando adaptarnos". Por ello, cuenta que las personas que visitan esta caseta se quedan impresionadas al ver una moqueta de color azul en el suelo, en lugar del tradicional albero. De esta forma, han querido promocionar su ciudad desde una perspectiva moderna, aportando a la feria un lugar diferente a la vez que atractivo.

¡Bom proveito!, o 'que aproveche', es lo que desean estos portuenses a los comensales que se decidan por algunos de sus platos culinarios. Desde la barra, se puede observar una equipada cocina en la que el chef prepara los petiscos, lo que aquí conocemos como tapas. Como señala Inverneiro, esto se debe a que quieren "presentar que no hay secreto en la cocina portuguesa, por eso la ponemos delante para que se vea ". Sin secreto alguno, una corta pero contundente variedad de petiscos representa los sabores típicos de la gastronomía del norte del país vecino. Según el chef, el bacalao con broa está teniendo mucho éxito en El Puerto, una especie de pan de maiz con bacalao. Otra tapa que se puede degustar es la alheira, una tapa de chorizo de ave, en lugar de cerdo, que tiene su peculiar historia: "durante la Inquisición, los judíos que vivían allí colgaban en sus casas longanizas con chorizo de ave, para simular ser católicos" y salvarse así del castigo de los inquisidores, quienes creían que aquel chorizo era de cerdo. Por otro lado, también tienen tapas de morcilla, que condimentan con confitura de manzana para rebajar su sabor, pulpo y ensalada con bacalao.

El dios Baco no podría consentir que en una caseta lusa faltara oporto. Así, además del porto blanco, ideal como acompañante de tapas, y el porto tinto, para cerrar el banquete, ofrece el 'Porto Tonico'. Una bebida que revitalizó el vino de Oporto en 2001, cuando la ciudad fue declarada Capital Europea de la Cultura, de manera similar a cuando la invención del rebujito puso en auge el fino en estos lares. En concreto, un barman creó este cóctel mezclando hielo, agua tónica, oporto blanco y hojas de menta.

Con esta atípica caseta de feria el ayuntamiento de Oporto ha querido mostrar una nueva ciudad, que en los últimos diez años ha estado en continuo cambio. A modo de stand turístico, este enclave informa de la diversa oferta cultural que tendrá lugar durante los próximos meses en la ciudad lusa. Una forma de animar a los portuenses que por allí se pasen, a visitar la otra ciudad porteña, que como dice Inverneiro, "tan sólo está a seis horas y media, siete si no se corre mucho, y todo el camino por autopista".

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