Representantes de diversos ámbitos de la sociedad vasca arroparon ayer en Vitoria a las víctimas del terrorismo con una concentración silenciosa organizada por el Gobierno vasco, que se prolongó durante cuatro horas de manera ininterrumpida en el centro de la capital alavesa.

El objetivo de esta iniciativa era dar visibilidad a la unión de la sociedad y las instituciones con las víctimas y trasladar además a este colectivo la "solidaridad" del Ejecutivo vasco, así como el "reconocimiento sincero por los errores cometidos" y la invitación a "recorrer juntos" el presente y el futuro.

El homenaje, en la víspera del Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo, arrancó a las nueve de la mañana y finalizó a la una de la tarde, cuando el presidente del Consejo Vasco de Participación de las Víctimas del Terrorismo, José Luis de la Cuesta, dio lectura al discurso que cerró el acto.

Según De la Cuesta, el Gobierno vasco se compromete a no pasar página con el fin de ETA "sin crítica explícita de lo sucedido", y a defender "la memoria y el honor" de sus víctimas.

El colectivo de presos de ETA (EPPK) abogó ayer a su vez por fijar "una hoja de ruta para vaciar las cárceles" mediante un "acuerdo transversal" y "unificador".

El EPPK hizo llegar un mensaje en un vídeo para su exposición durante la sesión del Foro Social para el impulso del proceso de paz que se está celebrando en San Sebastián, dedicado en esta ocasión a la situación de los reclusos y huidos de la organización terrorista.