Los secuestradores del Alakrana han hecho desembarcar del buque a tres de los tripulantes con la amenaza de llevarlos a Somalia para entregarlos a los familiares de los piratas detenidos en España, como una nueva medida de presión en las negociaciones que se llevan a cabo para liberar el barco. Así lo han confirmado fuentes del Ministerio de Defensa, de la Confederación Española de Pesca (Cepesca) y familiares de la tripulación.

El traslado de los pescadores ha tenido lugar después de que esta madrugada los piratas lanzaran disparos al aire y una granada al agua, en dirección a la fragata española que vigila de cerca el Alakrana. No ha habido víctimas y el Ministerio de Defensa considera que se trata de una nueva medida de presión a familiares, Gobierno y armadores en las negociaciones que se llevan a cabo para la liberación del atunero.

Pablo Costas, uno de los tripulantes del Alakrana, ha confirmado telefónicamente a su esposa, Silvia Albés, poco antes de las 10.00 horas, que los piratas han trasladado a tres de los marineros del buque a Somalia. Según ha explicado Albés, los piratas reclaman la liberación de los dos detenidos que se encuentran en España y en el barco se viven momentos "preocupación y desesperación", ya que han sido advertidos de que si no se dan pasos "seguirán llevándose a otros miembros de la tripulación". Costas le ha informado además de que no tienen agua potable en el Alakrana y de que los miembros de la tripulación se encuentran separados entre sí, lo que hace que "el temor sea todavía mayor".

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y la titular de Defensa, Carme Chacón, han enviado un mensaje de "tranquilidad" a las familias de los 36 tripulantes. De la Vega ha asegurado que el Ejecutivo hace "todo" lo que está en su mano para lograr "lo más pronto posible" la liberación de los marineros, y Chacón ha recordado que hay dos fragatas españolas avistando el buque. Además de los medios navales, según ha explicado en declaraciones a Telecinco, el avión de patrulla marítima P3-Orión está vigilando el buque y hay "otros elementos militares" disponibles de la Operación Atalanta. "No descartamos ninguna opción, pero no pondremos en peligro la vida de los tripulantes", ha asegurado.

Según las fuentes de Cepesca, ni los medios militares que vigilan el barco ni los negociadores en la zona se han percatado de los incidentes registrados en el barco -los disparos y la granada-, por lo que los piratas han obligado a miembros de la tripulación a llamar a sus familias en España para informarles de la amenaza. A pesar de que no ha habido daños personales, la situación ha sido de "angustia" por el "susto manifiesto tras el cambio de actitud".

Desde el PP, el diputado Arsenio Fernández de Mesa ha exigido al Gobierno que "corrija" su política para resolver el secuestro del atunero y que mantenga permanentemente informados a los familiares, que están viviendo en la incertidumbre. A su juicio, es "tremendamente grave" que los piratas estén intentando "chantajear" al Gobierno para conseguir que sean liberados sus dos compañeros detenidos.