El presidente de la Generalitat, Artur Mas, y las fuerzas soberanistas han acordado mantener la consulta del 9 de noviembre pero no han aclarado cómo lo harán para desplegarla sorteando la suspensión cautelar del Constitucional sobre la ley de consultas y el decreto de convocatoria. Tras cerca de 8 horas de reunión, Mas ha comparecido en la Galería Gótica del Palau de la Generalitat junto con la vicepresidenta, Joana Ortega, el conseller de Presidencia, Francesc Homs, y los dirigentes Oriol Junqueras y Marta Rovira (ERC), Joan Herrera y Joan Mena (ICV-EUiA); David Fernández y Quim Arrufat (CUP); y Jordi Turull y Ramon Espadaler (CiU).

Mas ha asegurado que la reunión ha ido "bien" porque continúan "juntos" el proceso que debe "culminar el 9 de noviembre con una votación", afrontando la "hostilidad" del Estado: "Vamos adelante, iremos adelante y lo hacemos juntos", ha remachado. Sin embargo, ni Mas ni el resto de líderes políticos han aclarado el calendario de despliegue de las estructuras necesarias para hacer la votación el 9-N, como el registro de inmigrantes o la campaña institucional.

El portavoz de CiU en el Parlament, Jordi Turull, ha precisado que las decisiones de este viernes más que desobedecer al TC suponen "un acto de obediencia al pueblo de Cataluña". Turull ha aclarado que "no había margen para el no-acuerdo dada la trascendencia histórica y el mandato que hemos recibido de nuestros ciudadanos, puesto que la gente nos pide que no aflojemos, que vayamos juntos y que el 9-N podamos votar, y esto es lo que hemos acordado".

Por su parte, el republicano Junqueras ha coincidido con Mas en que las trabas del Estado obligarán a los partidos "a un cierto nivel de discreción para asegurar el buen resultado de los compromisos adquiridos", ha avanzado que "seguiremos hablando entre nosotros para afrontar los retos" -sin concretar cuándo serán los próximos encuentros- y ha precisado que en la reunión nadie ha hablado de elecciones anticipadas.

Por parte de ICV-EUiA, Joan Herrera ha apuntado que la unidad de los partidos reunidos  "es la mejor respuesta a aquellos que tienen alergia a la democracia", ha subrayado que "no hay salida sin consulta", y ha enfatizado que hay "voluntad de plantar cara" ante los obstáculos del Gobierno. David Fernández, diputado de la CUP, ha explicado que el acuerdo consiste en "hacer respetar la voluntad popular para garantizar la consulta, tanto sí como no, puesto que no hay ninguna alternativa válida a la libre autodeterminación democrática".

Mas ha reunido durante unas ocho horas a los líderes de las fuerzas con las que pactó la consulta del 9 de noviembre (CiU, ERC, ICV-EUiA y CUP). El Gobierno catalán y las fuerzas proconsulta han acordado en la primera parte de la reunión, en la mañana, el mantener la consulta, pedir al TC el levantamiento inmediato de la suspensión y hacer un "análisis exhaustivo" para garantizar las "mejores condiciones" democráticas a fin de poder celebrar la consulta.

Pero más allá de estos principios, el principal reto que tienen planteados los partidos y el Gobierno de Cataluña, y que no han aclarado, es el de consensuar un calendario que concrete el desarrollo de la Ley de Consultas sin que esta última esté vigente, y del operativo necesario para que la consulta del 9-N pueda ser una realidad. En este operativo figuran instrumentos como el registro de inmigrantes residentes en Cataluña que desean participar, el registro de catalanes residentes en el extranjero, el sorteo de miembros de las mesas de votación, el sistema de voto anticipado y la reanudación de la campaña institucional suspendida temporalmente por el Gobierno de Cataluña.