El presunto etarra Íñigo Zapirain reconoció ayer ante el juez Fernando Grande-Marlaska los asesinatos del inspector de policía Eduardo Puelles en Arrigorriaga (Vizcaya) el 19 de junio de 2009 y del brigada del Ejército Luis Conde de la Cruz el 22 de septiembre de 2008 en Santoña (Cantabria) durante su declaración en la Audiencia Nacional.

El juez Marlaska ordenó el ingreso en prisión incondicional de Zapirain y de los otros dos presuntos etarras que faltaban por interrogar de los cuatro detenidos el pasado martes en Vizcaya, al imputarles los delitos de integración en banda armada, tenencia de explosivos y falsificación.

Zapirain reconoció ante el magistrado uno por uno los 16 atentados que presuntamente cometió este comando, denominado Otazua. En el auto se destaca que operaba en la provincia de Vizcaya y otras limítrofes como Cantabria o Burgos, al menos desde 2006.

Muchos de los efectos intervenidos en los domicilios de los detenidos "están íntimamente relacionados con los atentados imputados", asegura Marlaska.