Pedro Sánchez es el presidente del Gobierno en funciones y esa fue su principal baza en el debate. De hecho, es ha sido su principal baza durante toda la campaña, la que empezó a finales de septiembre propiciada por un bloqueo que, ayer, no quedó solucionado. Iglesias lo seducía y él, como podía, se zafaba de cada andanada.

El Casado más sereno lo dejó algo descolocado con la plurinacionalidad. Iglesias le lanzó el mismo desafío, pero Sánchez se mostró cercano a su “socio preferente”.Pero se mostró mucho más seguro que en los dos debates del pasado abril. Llevó el tono presidencial hasta el punto de anunciar a su vicepresidenta económica.

Proponer a una ministra deja poco espacio para la búsqueda de una coalición, pero ayuda a adquirir cariz presidencial. También ayuda no confrontar demasiado con Iglesias y que el resto se peleen entre ellos. El problema de esta táctica es que, a veces, parecía que estaba en un debate distinto. Es raro no responder cuando te preguntan si vas a dimitir.

Las frases de Pedro Sánchez

A ustedes [el PP] se les escapó Puigdemont. Un poquito de autocrítica

PP y Ciudadanos son la derecha cobarde frente a la ultraderecha