El día que Franco se hizo rastafari

Franco: 50 años, 50 historias [13/50]

Haile Selassie nace y muere el mismo año que Franco. Fue el primer mandatario extranjero que visitó el Valle de los Caídos en 1963. Llegaba a España del funeral de Estado por John Fitzgerald Kennedy

Visita de Haile Selassie a España, recibido por Francisco Franco 1971.

Nace y muere el mismo año que Franco. El destino de Haile Selassie (1892-1975) se cruzó en varias ocasiones con el del dictador, que no desaprovechó la ocasión de recibir con todos los honores a un emperador emparentado por linaje con la reina de Saba y con el rey Salomón. Haile Selassie representa a una de las naciones, Etiopía, que más veces aparece en la Biblia.

Dos vidas paralelas en la cronología, muy perpendiculares en sus distintas trayectorias. Haile Selassie es coronado emperador de Etiopía el 2 de noviembre de 1930. Franco estaba entonces al frente de la Academia de Zaragoza. En ambos se cruza de un modo antagónico un mismo personaje: Benito Mussolini. El primer aliado que encontró Franco para su particular logística de tropas y pertrechos cuando se subleva en África, invadirá en 1935 Etiopía con el propósito de convertirla en una provincia italiana.

Los años de la guerra civil española coinciden con el destierro de Haile Selassie, que el 12 de mayo de 1936, en su discurso ante la Asamblea de la Sociedad de Naciones en Ginebra, condenará la agresión italiana contra su país. Etiopía echará en dos ocasiones a las tropas del Duce. El país africano se convertirá en el Vietnam de Mussolini en África. Con el decisivo apoyo de las tropas británicas, mucho más pusilánimes para prestar esa ayuda a la República española.

El emperador recuperó su corona y se convirtió en un político carismático. A diferencia de Franco, que no salió de España, Haile Selassie, muy aficionado a leer libros de historia diplomática, tenía un perfil internacional muy marcado. Conoció en persona a los grandes políticos de su tiempo: Hirohito, Isabel II, Charles de Gaulle, Lázaro Cárdenas, Josip Broz Tito, John Fitzgerald Kennedy. Su primera visita a España, en noviembre de 1963, venía de asistir a los funerales de Estado por el asesinato de este último en Dallas. El No-Do da cuenta de su agenda esos días en suelo español. Luis Carrero Blanco lo acompañó en su visita al Valle de los Caídos, cumplimentado por el superior benedictino, fray Justo Pérez de Urbel. Debió ser el primer mandatario extranjero que recorrió este singular mausoleo construido como una nueva Pirámide de Egipto. Salazar vino a España en 1942 y Eisenhower, que visita el país en 1959, el mismo año que se inaugura el Valle de los Caídos, estuvo muy poco tiempo, no debió mostrar el menor interés y sólo acompañó a Franco en helicóptero a Torrejón de Ardoz.

El emperador etíope también visitó el Museo del Prado, interesándose por las salas de Goya y Velázquez, y Franco lo recibió en el Palacio del Pardo, donde fue saludado por todos sus ministros. En 1967 visitó de nuevo España. El año que muere asesinado el candidato a la presidencia de los Estados Unidos Robert Kennedy. Entre ambas estancias en España, Haile Selassie hace una gira por Centroamérica que tendrá una gran repercusión política y cultural. En 1966 visita Trinidad y Tobago, Haití y Jamaica, donde es recibido como un mesías. El sobrenombre que recibe en su país, Rasta Fari (Cabeza Creadora) dará lugar a la cultura rastafari, un sincretismo religioso y musical que tendrá como su exponente más internacional al cantante de reggae Bob Marley (1945-1981).

El emperador de Etiopía se convertía en un semidiós en Jamaica. Dos países que están a la misma distancia de España (algo más de siete mil kilómetros) y que se convirtieron en dos de las principales potencias del atletismo mundial. Jamaica es la velocidad, con tres de las cuatro mejores marcas mundiales en los 100 metros lisos (Usain Bolt, Yohan Blake, Asafa Powell). Etiopía es la resistencia: de los diez mejores registros del maratón en el mundo, tres corresponden a atletas etíopes (Kenenisa Bekele, Birhanu Legese, Tamirat Tola). Son parejos hasta en el medallero olímpico: Jamaica tiene 27 medallas de oro y Etiopía 24. Mariano Haro era un fondista de traza jamaicana con alma etíope.

Mussolini, uno de los primeros aliados de Franco, mandó a Haile Selassie al destierro

En 1970, Haile Selassie hizo escala en Las Palmas de Gran Canaria, camino de una intervención en la Asamblea de la ONU. El 1 de mayo de 1971 estuvo de visita privada en Sevilla. Un coche de caballos lo esperaba en la puerta del hotel Alfonso XIII. Tuvo como guía al entonces alcalde de la ciudad, Juan Fernández Rodríguez García del Busto, dos años antes de que este mismo alcalde trasladara la Feria desde el Prado de San Sebastián a Los Remedios. Una hacienda de Los Palacios guarda constancia de la visita del emperador de Etiopía. Haile Selassie también visitó Toledo, Valencia y le gustaba mucho viajar a las Baleares.

En 1936 lo echa Mussolini. En 1974 fueron algunos de sus compatriotas los que acabaron con esta corte del Faraón. El mismo año que la revolución de los Claveles en Portugal, aunque la de Etiopía fue violenta y se saldó con el magnicidio del emperador, que llegó a los 83 años pero tuvo un final más abrupto que el de Franco, que murió en la cama de un hospital con 82 años.

Franco nunca visitó Etiopía. Apenas salía del Pardo, sus palacios-nodriza (Ayete, Meirás), sus pantanos, sus inauguraciones. Un dictador vernáculo de un imperio venido a menos. Haile Selassie, por el contrario, se codeó con la flor y nata de la política internacional, a algunos de esos mandatarios les obsequió con leones, y presidió la sesión fundacional de la Organización de la Unidad Africana (OUA), que tuvo su sede inicial en Addis Abeba. Franco no fue a Etiopía. Sí lo hicieron en mayo de 1972 los príncipes Juan Carlos y Sofía en su primera visita oficial a África. Visitaron distintos lugares del país, incluida la Catedral de la Sagrada Familia donde llevaron los restos de Haile Selassie. Fueron obsequiados con una cría de guepardo. El más veloz de los felinos, símbolo del país, haría las delicias de las infantas Elena y Cristina cuando se convirtió en uno de sus juguetes favoritos.

El 24 de septiembre de 1993, Eritrea se independizó de Etiopía. Las tropas de Mussolini ya se habían ido, pero el nuevo país llevaba por nombre el que le pusieron los invasores italianos a la antigua provincia.

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