El ex concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Palma de Mallorca Javier Rodrigo de Santos, uno de los principales arrepentidos en las pesquisas en torno a la adjudicación supuestamente irregular del hospital de Son Espases, puso de manifiesto en su última comparecencia ante el juez José Castro que, con la inclusión de una empresa local en cada concurso de obra público, el "ánimo" del ex presidente del Gobierno balear Jaume Matas no era "defender el sector constructor local" sino "facilitar la financiación ilegal" del PP balear.

En su declaración como imputado, De Santos precisó que la intención del ex dirigente popular pasaba por que en cada proceso siempre concurriera una empresa balear -además de mercantiles nacionales-, para que el ex tesorero del PP balear Fernando Areal solicitase comisiones ilegales a las constructoras locales; mientras que a las empresas nacionales las dádivas las reclamaban desde "los servicios centrales del PP".

"Alguien que bien puede ser Jaume Matas", apostilló el encausado al aseverar que el ex mandantario autonómico "estaba muy vinculado" a la cúpula nacional del partido. Al ser preguntado sobre si el y ex conseller de Interior José María Rodríguez "era recaudador también", De Santos afirmó que "eso se comentaba en los corrillos de empresarios".