España

La mujer cuya hija asesinó su padre se sintió "invisible y humillada"

  • Ángela González se declara "contenta" con la resolución de la ONU que censura la negligencia del Estado

Ángela González, la mujer víctima de violencia de género cuya hija fue asesinada por su padre durante un régimen de visitas hace once años, se declaró ayer "contenta" por la resolución de la ONU que condena a España por la falta de diligencia del sistema de protección de las víctimas de maltrato, pero a la vez "triste y con pena" por tener que recurrir a organismos internacionales para lograr respuesta a casi medio centenar de denuncias por maltrato que había interpuesto antes de la muerte de la menor.

González, en declaraciones a la Ser recogidas por Europa Press, dijo sentirse "invisible, maltratada y humillada" por el Estado español pero aseguró que "once años de lucha y de estacazo tras estacazo" han valido la pena "para obtener la razón en algo tan evidente y tan lógico como que este Estado se había equivocado".

La madre de Andrea lamentó que, pese a todas las denuncias que interpuso en los juzgados, "un señor (en alusión al juez) decidió, como si se tratara de un juguete, que se tenía que abrir el régimen de visitas por el interés del padre, un padre que aprovechó para matar a su hija".

Tras la resolución de Naciones Unidas contra la negligencia del Estado, Ángela González asegura "seguir creyendo en la justicia, aunque no sea en la justicia de España" y recomienda a las mujeres víctimas de maltrato que "denuncien" aunque a ella no le sirvió "para nada". "Llegué a tener hasta tres medidas de alejamiento, puse denuncias por maltrato psicológico, agresión delante de un policía local, agresión en la carretera, y no salía absolutamente nada", se lamenta.

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