Un total de 35, 5 millones de españoles, casi 800.000 más que en las últimas elecciones europeas, están llamados hoy a las urnas para elegir a 50 representantes para el Parlamento Europeo en unos comicios marcados por la crisis económica y el desinterés generalizado, aunque la apatía española no es un caso único. Hace cinco años, más de la mitad de los electores (el 54,8%) se quedaron en casa, y hoy las previsiones de participación son aún peores ya que algunas de ellas situaban la abstención europea en torno al 60%. PSOE y PP encaran las votaciones como un referéndum al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, con una leve ventaja a favor de los populares, según la mayoría de los sondeos.

Tanto los socialistas, con Juan Fernando López Aguilar como cabeza de lista; como los populares, con Jaime Mayor Oreja como líder europeo, se han tomado los comicios como un referéndum sobre la política -sobre todo económica- llevada a cabo por el Gobierno, de ahí que el jefe del Ejecutivo y secretario general del PSOE haya pedido con fuerza el voto progresista frente a la derecha "más reaccionaria", y el líder del PP, Mariano Rajoy, haya animado a los electores a decir con su voto un "basta ya" a las políticas de Zapatero, tanto económicas como las relativas a los valores.

Los españoles podrán elegir entre 35 candidaturas aunque sólo media docena tienen posibilidades reales de lograr representación. España es el país con más candidaturas y antes del inicio de la campaña, el CIS daba al PSOE y al PP un empate con 23 escaños (en 2004 ganaron los socialistas por un europarlamentario), Coalición por Europa (CiU, PNV y CC) lograría dos diputados, la Izquierda (IU-ICV) obtendría uno, y Europa de los Pueblos (ERC, BNG, Aralar, CHA, EA y Los Verdes) otro. Los últimos sondeos modifican levemente estos resultados a favor del PP mientras que candidaturas minoritarias como la de UPyD lucharán por lograr representación, así como Iniciativa Internacionalista, que cuenta con el apoyo de la izquierda abertzale y aspira de nuevo a estar en Bruselas, aunque sus posibilidades son pocas.

Cuatro escaños más quedarán congelados para cuando entre el vigor el Tratado de Lisboa (un texto que ampliará el número de eurodiputados hasta los 751), ya que no habrá nuevas votaciones.

La novedad más significativa será el colegio administrado electrónicamente, que se pondrá en marcha en todas las mesas de Lleida, Pontevedra y Salamanca, y permitirá un recuento más rápido gracias al código de barras que tendrán las papeletas. Además, conllevará un mayor ahorro de medios y de papel si la experiencia es exitosa y se extrapola a todo el país en futuras citas electorales.

Cada uno de los líderes votará en sus lugares de origen o de adopción, según los casos. Jaime Mayor Oreja votará en Vitoria, Juan Fernando López Aguilar lo hará en Las Palmas, mientras que Mariano Rajoy y José Luis Rodríguez Zapatero coincidirán en Madrid.

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