La organización SOS Racismo denunció ayer que continúan aumentando, aunque ligeramente, las actitudes racistas en las instituciones encargadas de los trámites de nacionalidad y extranjería, en actuaciones policiales arbitrarias y en la denegación del acceso a la sanidad pública.

La organización recibió en el año 2013 un total de 397 denuncias por discriminación, frente a las 380 del año anterior, según los datos recogidos en su informe anual sobre racismo en el Estado español.

En una rueda de prensa, el secretario de esta organización, Mikel Mazkiaran, instó ayer al Ejecutivo a dejar de estar centrado en la frontera sur y "saltar la valla", que refleja "el control migratorio", para empezar a gestionar la inmigración, en vez de centrarse en la extranjería.

"En este país -alertó- , tenemos a más de una generación de descendientes de inmigrantes a los que les está afectando la crisis y están viviendo una situación de fracaso que si no se gestiona de forma adecuada puede generar problemas".

El mayor número de denuncias recibidas por la organización (93) tiene que ver con el "racismo institucional", que hace referencia a la situación de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) o la denegación de la nacionalidad por cuestiones "infundadas y peregrinas" como no aportar una copia completa del pasaporte.

El segundo ámbito con mayor número de denuncias (83) está relacionado con las actuaciones de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, tales como detenciones "arbitrarias" o insultos.

La denegación del acceso a prestaciones y servicios públicos como el acceso a la sanidad, al empadronamiento o la vivienda pública ocupa el tercer lugar con 68 casos.

SOS Racismo también destaca las denuncias por agresiones y conflictos (66), de las cuales 38 fueron por conflictos vecinales, 23 correspondieron a agresiones ocurridas en el espacio público y 5 se produjeron en el ámbito familiar.