El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró ayer que "el mérito" de que el terrorismo haya acabado es de los vascos, mientras que el lehendakari, Patxi López, le dio las gracias en nombre del País Vasco por haber ayudado a sus ciudadanos a vencer a ETA.

Zapatero recibió ayer por el lehendakari en Ajuria Enea para analizar la situación creada tras el cese de la violencia de la banda terrorista, un hecho insólito que solo tiene un precedente: la visita hace 31 años del entonces presidente, Adolfo Suárez.

En la reunión, que se celebró en medio de una gran expectación mediática, Zapatero trasladó a López su confianza en el liderazgo que ha asumido en esta nueva etapa, cuya consolidación "va a llevar tiempo y va a exigir una enorme capacidad de sumar y de entender".

La comparecencia conjunta de ambos dirigentes políticos ante los medios, tras una reunión que se prolongó durante más de una hora, estuvo plagada de reconocimientos mutuos.

Zapatero trasladó a López su respaldo "pleno" a la gestión que está haciendo de la nueva etapa y pidió también a la sociedad vasca que reconozca el liderazgo del lehendakari.

Asimismo, reclamó a los partidos políticos que apoyen al lehendakari porque el nuevo tiempo exige diálogo y consideró que la dificultad o sencillez de este nuevo tiempo radicará en que la dirección que se le dé sea adecuada y en que exista una política de unidad.

El presidente del Gobierno confió en que la nueva etapa que apenas se ha iniciado "se va a hacer bien" y aseguró que se siente "orgulloso" de la tarea que López ha empezado.

A falta de dos meses para que deje la Presidencia del Gobierno, Zapatero recordó que en las dos legislaturas que ha gobernado siempre ha tenido el afán de hacer todo lo que estuviera en su mano por terminar con la lacra del terrorismo de ETA.

No obstante, destacó que "el mérito" de que se haya conseguido este objetivo es de los vascos y aseguró que sin la fuerza de resistencia y la ambición de la esperanza de los ciudadanos del País Vasco, "no se habría conseguido poner fin a esta pesadilla".

También apeló al recuerdo de las víctimas y consideró que además de construir la convivencia hace falta mantener la memoria.

Para el lehendakari, recibir a Zapatero ha supuesto una doble satisfacción porque su visita se produce con "un nuevo tiempo despejado de la nube negra de la violencia" y porque de la mano de su Gobierno han llegado al País Vasco las mayores inversiones.

En cuanto al cese de la violencia, López agradeció públicamente la "apuesta decidida" de Zapatero por el fin de la violencia, tras haberlo "arriesgado todo" en la primera legislatura, y su esfuerzo permanente por la paz y la libertad.

También coincidió con el presidente del Gobierno en que el final de la violencia es una victoria del Estado de derecho, de la política de tolerancia cero, de la labor policial y judicial, de la resistencia cívica y del coraje de las víctimas.

En este sentido, López recordó al magistrado José María Lidón, asesinado por ETA el 7 de noviembre de 2001.

De cara al nuevo tiempo, el lehendakari señaló que el futuro del País Vasco debe construirse desde la esperanza pero también desde la memoria y "sin revancha" aunque tampoco debe permitirse "que los verdugos se conviertan en víctimas", por lo que ha emplazado a "despejar dudas y cortar las alas a los nostálgicos" de la violencia.

López advirtió que "no es momento de prisas", sino de "prudencia y sosiego", ya que "no se va arreglar en diez días de urgencia cuarenta años de violencia".

Subrayó, además, la importancia de que los Gobiernos central y vasco alcancen el máximo consenso en las decisiones que se tomen para consolidar la paz, así como de lograr la unidad de los partidos y de que éstos trabajen bajo la premisa de sumar consensos.

Ambos rindieron un homenaje a los concejales socialistas vascos por su "hazaña" de haber resistido a la violencia de la banda terrorista y resaltaron que a partir de ahora deberán trabajar para llevar la convivencia a todos los pueblos del País Vasco.