España

Zapatero admite que vienen "tiempos duros" y Rajoy le acusa de pasividad

  • El presidente del Gobierno pide confianza, anuncia ayudas a las inmobiliarias para fomentar el alquiler y presume de dar la cara · El líder del PP le pregunta para qué comparece y le reprocha que presuma de política social mientras aumenta el paro

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aprovechó su comparecencia de ayer ante el Pleno del Congreso para confirmar que la economía va a peor y que se avecina tiempos "duros y difíciles", pero también para intentar convencer a los ciudadanos de que existen posibilidades "ciertas, reales y no lejanas" para salir del bache e insistir en que el Ejecutivo luchará por "ganar" a las previsiones de la Comisión Europea y evitar la recesión. Sin embargo, el presidente no anunció una nueva batería de medidas para hacer frente a la crisis y sólo realizó dos anuncios en los dos ámbitos que más preocupan al Gobierno: la creación de empleo, con el publicitado plan para emplear a 100.000 parados en labores de interés social, y el impulso a la construcción, con ayudas a la financiación de las inmobiliarias a cambio de que estimulen el alquiler. Enfrente, el líder del PP, Mariano Rajoy, que acusó al Ejecutivo socialista de sembrar "desconfianza a manos llenas" al haber "ocultado deliberadamente" la gravedad de la situación y no haber adoptado los remedios necesarios esperando a que "escampe" sin mover "una pestaña".

El debate, menos bronco de lo que cabía prever, repitió el esquema y los contenidos del realizado sólo dos meses antes. Zapatero, quien aseguró haber ido a la Cámara "a dar confianza y a dar la cara", se guardó de no pronunciar la palabra crisis pero admitió que los últimos datos confirman un escenario "serio y preocupante" para la economía española, que corroboran las últimas previsiones de la Comisión Europea, que apuntan a que España entrará en recesión en el segundo semestre.

Zapatero insistió en que los problemas obedecen a factores tanto internos como externos, sobre todo a la crisis financiera internacional, aunque quiso echar algo de luz en el sombrío panorama económico al afirmar que la bajada registrada en los precios del petróleo en las últimas semanas debería traducirse en un descenso de la inflación. Zapatero afirmó que si el crudo se mantiene en sus niveles actuales el IPC volverá a bajar en septiembre, para acabar el año por debajo del 4%.

Zapatero reiteró las medidas adoptadas por el Gobierno hasta ahora para reactivar la actividad y justificó que no anunciara una nueva batería de propuestas afirmando que "no tiene sentido improvisar o aprobar todos los días nuevas iniciativas".

En el turno de réplica, reprochó a Rajoy su "falta de ganas" , el haber llegado "con el texto escrito" y su "obsesión por decir que el estancamiento económico es fruto de este Gobierno", cuando países como Alemania, Francia o Italia han entrado en crecimientos negativos y Estados Unidos acaba de realizar la mayor intervención que se recuerda en el mercado hipotecario, y criticó que el líder del PP comenzara su discurso preguntándose para que había acudido Zapatero al Congreso antes de escuchar lo que tenía que decir, una oportunidad que aprovechó Rajoy para jactarse de su "intuición" y capacidad de "adelantarse a los acontecimientos"

Rajoy lamentó que el presidente no utilizara su presencia en la Cámara Baja para anunciar algo "relevante" ante la crisis, le acusó de haber ocultado deliberadamente la gravedad de la situación "por razones estrictamente electorales" y de no reconocer el "repertorio de problemas propios" de España, como el alto déficit exterior, el más elevado de las economías desarrolladas o el diferencial de precios.

Rajoy incidió en el "impresionante" aumento del paro, en la "asfixia financiera" de las pymes y el déficit del Estado que en apenas siete mes roza el 1% del PIB y le pidió que no presuma de política social cuando el paro ha aumentado en 600.000 personas en un año.

El líder del PP insistió en que la economía está estancada, afirmó que España es donde más se destruye empleo y es más acusado el "derrumbe" de la economía y cuestionó el impacto de las medidas anunciadas por el Gobierno, "cosméticas" e inefectivas en unos casos como el de los 400 euros, que no ha beneficiado a 6,5 millones de personas con menos recursos, y "pintorescas" en otros, dijo.

El resto de formaciones reprocharon al Gobierno su tardanza en admitir la gravedad de los problemas y no dejaron pasar la oportunidad para hablar de financiación autonómica.CiU, ERC e ICV pidieron al Gobierno que la financiación no pague los platos rotos de la crisis y que se cumpla el Estatut, mientras que Rosa Díez, de UPyD recriminó al presidente que le importen más "los votos que los puestos de trabajo"

Zapatero recriminó a los nacionalistas catalanes y, en especial, al portavoz de CiU, Josep Antoni Durán Lleida, que denuncien una situación tan mala para las finanzas de Cataluña cuando el actual modelo de financiación lo "hicieron ustedes y el PP".

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