España

Touriño promete que los hijos de trabajadores en paro no pagarán tasas universitarias

  • Advierte de que ningún partido es dueño de la galleguidad y rechaza "complicarse la vida" con la definición identitaria en el Estatuto

El presidente de la Xunta y candidato del PSdeG a la reelección, Emilio Pérez Touriño, se comprometió hoy a que, si revalida su cargo en las elecciones del 1 de marzo, una de las medidas que adoptará para evitar que los ciudadanos "más vulnerables" sufran "las consecuencias del tsunami económico" es que los hijos de trabajadores en paro no paguen tasas universitarias desde el próximo curso académico.  

En su intervención en los Desayunos Informativos de Europa Press, patrocinados por Banif, Telefónica, Thomson Reuters y FCC, Touriño garantizó que declarará la exención de matrícula para todos los estudiantes cuyas familias no tienen más ingresos que el subsidio por desempleo, para evitar que el impacto de la crisis sobre los puestos de trabajo repercuta en "un retroceso en la igualdad de oportunidades".  

Para el jefe del Ejecutivo gallego, las dificultades económicas no pueden paliarse a costa del gasto social porque "ni tan siquiera es pan para hoy y sí es hambre para mañana", por lo que centró buena parte de sus prioridades para la próxima legislatura en medidas en el ámbito de la educación.  

Así, la enseñanza de idiomas extranjeros fue uno de los ámbitos en los cuales hizo hincapié con medidas como adelantar a los tres años de edad la docencia del inglés y que al menos una asignatura se imparta en esta lengua en todos los centros de la comunidad gallega.  

Touriño, que apeló reiteradamente a la necesidad de "unidad contra la crisis" como única fórmula para "anticipar la salida del túnel", insistió en la estimulación de la inversión pública, el apoyo financiero a las empresas y la creación de empleo como los tres vértices para afrontar la situación actual y formuló el objetivo de que en los próximos cuatro años "tres de cada cuatro empleos sean fijos". 

Pero para afrontar las dificultades económicas, advirtió de que "no es el momento de esconder el bulto, sino de arrimar el hombro", por lo que alertó al PP de que "no es la hora de los reproches", sino "de la acción". "No podemos dividir el país para ganar unas elecciones. No podemos alimentar la discordia, ni abrir heridas difíciles de suturar, por interés de partido", proclamó.  

No obstante, rechazó que los socialistas en Galicia puedan sufrir un voto de castigo al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero por la gestión de la crisis económica, ya que arguyó que los ciudadanos lo que juzgarán con su papeleta es "la capacidad de respuesta y la gestión". "No creo que la crisis en sí determine nada", afirmó y arremetió contra el PP porque concibe las elecciones autonómicas como una plataforma para "la reconquista de La Moncloa".  

Preguntado si, como sus contrincantes del PP y del BNG, asumirá responsabilidades si los resultados del 1 de marzo no le favorecen, Touriño rechazó barajar la hipótesis de dimitir porque en lo que se centra es en "hacer la mejor campaña, el mejor debate para suscitar la confianza de los ciudadanos". "Yo siempre he estado a disposición de asumir las responsabilidades y los compromisos hasta el final. Tomaré todas las decisiones que tenga que tomar, pero mi cabeza y mi voluntad está en ganar las elecciones", afirmó.  

Ante un auditorio integrado entre otros por el ex presidente de la Xunta Manuel Fraga, Touriño criticó con dureza que el cambio en la comunidad gallega "estuvo aplazado durante demasiado tiempo", hasta el punto de que "mientras los demás se movían y avanzaba, Galicia permanecía resignada y pasiva". "El cambio llegó a Galicia con retraso. Pero llegó y ahora no puede detenerse", aseveró. 

Por eso, el candidato socialista a la Presidencia de la Xunta apeló a la participación en la cita con las urnas del 1 de marzo y reprobó que "hay a quien le gustaría que fuese baja", lo cual juzgó como "un mal negocio para la democracia". Aunque dijo confiar en un "reforzamiento" del PSOE y un "retroceso" del PP, alertó de que "cada voto cuenta y cada no voto exactamente igual", por lo que solicitó a los gallegos que "tomen el futuro en sus manos" y eviten la abstención.  

Ante un auditorio integrado entre otros por los ministros de Industria, Miguel Sebastián; Igualdad, Bibiana Aído; de Trabajo, Celestino Corbacho; y de Educación, Mercedes Cabrera; Touriño invitó a "evitar cualquier tentación al aislamiento". Así, reivindicó los avances en materia de autogobierno, pero advirtió de que "ningún gallego es más que otro, ni nadie tiene un título exclusivo de propiedad sobre Galicia o sobre la galleguidad".  

"Somos un pueblo con nítida conciencia de nuestra identidad, pero también un pueblo sensato y solidario", dijo para rechazar actitudes como "el conflicto permanente con las instituciones comunes o con los conciudadanos del resto de España". Por eso, reiteró que las "tres condiciones" que deben marcar la reforma del Estatuto de Autonomía son que otorgue a Galicia el "máximo" nivel de autogobierno y reconocimiento de la identidad, que sea un texto "de todos y para todos" y que se ajuste "plenamente" a la Constitución. 

Touriño abogó por que las fuerzas políticas gallegas no vuelvan a "complicarse la vida por definiciones identitarias" y reafirmó como una posible solución la propuesta formulada en las fracasadas negociaciones de esta legislatura, por la cual se hacía una referencia a la Ley de Símbolos de Galicia y la "nación de Breogán" que recoge el Himno gallego. Al respecto, subrayó que esta alternativa es "razonable" porque "expresa un sentir mayoritario de la ciudadanía" y "no es una definición con efectos jurídico-políticos". 

El presidente de la Xunta también defendió los tres años y medio de gobierno de coalición con el BNG y su estabilidad, aunque reconoció que, al tratarse de dos fuerzas políticas, "con culturas diferentes", es necesario "un ejercicio constante de diálogo y acercamiento". En todo caso, reafirmó que su aspiración es "tener la mayor fuerza posible" que le otorguen los ciudadanos para "Tener mayor autonomía" en el desarrollo del programa electoral socialista. 

Por ello, evitó avanzar cuáles serían las áreas de Gobierno prioritarias para los socialistas en caso de que los resultados permitan reeditar un bipartito con el Bloque, ya que "los límites los pondrán los ciudadanos". En todo caso, insistió en solicitar "la mayor fuerza" de los votantes para poder gobernar "con la mayor fidelidad posible al talante y la forma de hacer política" de su partido.  

El vicesecretario general del PSOE, José Blanco, fue uno de los asistentes al Desayuno Informativo de Europa Press con el presidente de la Xunta, así como el candidato socialista al Parlamento Europeo, Juan Fernando López Aguilar; el presidente del Senado, Javier Rojo; o la portavoz del PSOE en el Senado, Carmela Silva. Asimismo, también asistió el jefe de Estado Mayor de la Defensa, el general del Aire José Julio Rodríguez Fernández, entre otros representantes del mundo económico, como el presidente de Unión Fenosa, Pedro López Jiménez, y el consejero delegado de la eléctrica, Honorato López Isla.

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