El Govern anunció este martes una nueva reunión de la mesa de partidos catalanes a principios de diciembre para aunar posiciones en la interlocución con el Gobierno, al que instó una vez más a dialogar con el argumento de que "la represión sólo amplía la brecha" entre Cataluña y el resto del España.

El presidente catalán, Quim Torra, presidió ayer la reunión del Consell Executiu, 24 horas después de su juicio por desobediencia a la Junta Electoral en el TSJC y coincidiendo con un informe de Amnistía Internacional (AI) en el que se cuestionan las penas de prisión en el juicio de procés y se pide la inmediata puesta en libertad de Jordi Sànchez y Jordi Cuixart.

Estos dos asuntos planearon sobre la rueda de prensa posterior a la reunión del Ejecutivo catalán a cargo del conseller de Territorio y Sostenibilidad, Damià Calvet, debido a que la titular de Presidencia y portavoz, Meritxell Budó, se hallaba indispuesta.

Crítico con lo que llamó "anormalidad" de que se haya juzgado a un presidente de la Generalitat en activo, Calvet hizo el "enésimo llamamiento a sentarse y a dialogar, para resolver el conflicto político".

Con la investidura en el aire y con los partidos independentistas situados de momento en el no al líder del PSOE, Pedro Sánchez, Calvet (JxCat) evitó entrar en este debate, que deja en manos de las fuerzas políticas.

Pero sí que indicó que lo que el Govern reclama es "diálogo y negociación" y que, en este sentido, la declaración pactada con Pedro Sánchez en el Palacio de Pedralbes el pasado 20 de diciembre es un "punto de partida imprescindible", en la misma línea en la que se expresó el lunes el vicepresidente del Govern, Pere Aragonès (ERC).

En paralelo, Calvet anunciaba que Torra va a convocar la mesa de partidos catalanes a "principios de diciembre", reunión que no sería para dilucidar la investidura, sino para tratar de consensuar la posición que debe tener la Generalitat en su relación con el Gobierno que se tendría que constituir próximamente.

"Nos gustaría que sirviera para compactar más" la posición de los grupos del Parlament de cara al "dialogo y negociación" con el Estado, afirmó el conseller, que, sin embargo, circunscribió el debate al "ejercicio del derecho a decidir y el rechazo a la represión y a la Monarquía".

Se da la circunstancia de que estas premisas no las comparte el PSC, que fue el impulsor de esta mesa que se reunió por última vez en febrero, con la participación solo de JxCat, ERC, comunes y socialistas, mientras que se ausentaron Ciudadanos, PPC y CUP.

En esa interlocución futura con el Gobierno central, la Generalitat ya ha avanzado que va incorporar las tesis del informe de Amnistía Internacional, que entiende que el delito de sedición tipificado en el Código Penal es "vago" y permite una interpretación "excesivamente amplia y peligrosa" por parte del Supremo, y pide la puesta en libertad de Jordi Sànchez y Jordi Cuixart.