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España

Tensiones en el Gobierno oscurecen el arranque de la ley del ‘sólo sí es sí’

  • El anteproyecto de la nueva normativa sobre libertad sexual no se cerró hasta este lunes por diferencias entre los socios de gobierno

  • Iglesias ve “machismo frustrado” en las trabas de Justicia

El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, y la vicepresidenta primera, Carmen Calvo y el vicepresidente, durante la sesión de control este martes  en el Senado.

El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, y la vicepresidenta primera, Carmen Calvo y el vicepresidente, durante la sesión de control este martes en el Senado. / Emilio Naranjo (EFE)

Las tensiones en el seno del Gobierno han ensombrecido el primer gran paso de la ley de libertades sexuales, su llegada como anteproyecto al Consejo de Ministros en la semana del 8-M, que estaba llamada a ser un gesto con el movimiento feminista que gritó en las calles que “sólo sí es sí”.

La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha llevado este martes  al Consejo de Ministros el anteproyecto de ley orgánica de garantía integral de la libertad sexual, que reformará el Código Penal para poner el consentimiento en el centro de la agresión sexual y acabar con la distinción entre abuso y violación, como exige el Convenio de Estambul.

Una reivindicación, la de que sólo sí es sí, que el movimiento feminista ha defendido con ahínco en las calles desde el caso de la violación grupal de La Manada.

Precisamente para tener un gesto con ese movimiento feminista, el Gobierno reservó esta semana del 8-M para darle el espaldarazo al anteproyecto, pero la precipitación y las presuntas discrepancias entre los dos partidos que componen el Ejecutivo le han robado protagonismo al contenido de una ley integral que aspira a cambiar el paradigma en torno a la libertad sexual y convertir a España en un referente.

Hasta última hora de la noche del lunes, el anteproyecto no estuvo cerrado con las aportaciones de los distintos ministerios y en la misma mañana en que se estudiaba este martes el texto en el Consejo de Ministros, fuentes de Unidas Podemos destacaban que el ministerio de Justicia y la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, habían bloqueado con excusas técnicas la ley.

Un extremo que el Gobierno negó en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros: tanto la portavoz, María Jesús Montero, como la titular de Igualdad coincidieron al subrayar que la ley es un proyecto de todo el Ejecutivo y que lo importante es que el grito de “sólo sí es sí” se va a convertir en ley, no el camino recorrido.

Preguntada por estas diferencias, Montero aseguró que el anteproyecto se ha enriquecido durante mucho tiempo gracias a las distintas aportaciones ministeriales y que es una ley “muy robusta” y “de gran profundidad”.

En la misma línea se pronunció la portavoz del Ejecutivo: “Una vez que un anteproyecto es aprobado por el Consejo de Ministros es del Ejecutivo, no de ningún departamento en concreto”.

Esas discrepancias son “lo normal en estas leyes”, según la vicepresidenta primera, Carmen Calvo. Y para el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, “las discrepancias se tienen que resolver a puerta cerrada”.

Ahora bien, Iglesias afirmó, sin citar nombres, que en las excusas técnicas que se han planteado a este proyecto legislativo “hay mucho machista frustrado”.

La ministra de Igualdad destacó que esta ley, que contempla la libertad sexual como un bien jurídico y pasa a considerar la violencia sexual como violencia machista, permitirá que los derechos de las mujeres no se pierdan nunca más “en un callejón oscuro”.

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