España

Susana Díaz reclamó a Rubalcaba el voto contrario del PSOE al derecho a decidir

  • Guerra propone un partido alternativo en Cataluña porque "hace mucho tiempo que dejó de ser socialista", tras negarse a apoyar en el Congreso el derecho a decidir de todos los españoles.

PSOE y PSC se esforzaron ayer en volver a la normalidad en sus relaciones tras la nueva división escenificada el martes por la noche en el Grupo Socialista en el Congreso a la hora de votar sobre el derecho a decidir, y las direcciones de ambos partidos reiteraron su deseo de seguir juntos y defendieron su propuesta de reforma federal.

El nuevo enfrentamiento -puesto de relieve en el momento de votar una moción de UPyD que proclamaba que el derecho a decidir es de todo el pueblo español, no de una parte- hizo resurgir las voces de aquellos que llevan tiempo pidiendo que el PSOE se separe del PSC y se presente con su propia marca en Cataluña, con el ex vicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra al frente, tal y como ocurrió tras la anterior rebelión de los diputados socialistas catalanes.

La portavoz del PSOE en el Congreso, Soraya Rodríguez, negó que hubiera presiones de la vieja guardia para forzar el voto a favor de la moción de UPyD, pese a que se había barajado la posibilidad inicial de una abstención, que fue la opción que mantuvieron los 13 diputados del PSC presentes en el hemiciclo el martes por la noche.

Fuentes socialistas se quejaron a Efe de que el giro a favor del sí se debió a las presiones en el último momento de algunos veteranos socialistas e incluso de la presidenta de la Junta, Susana Díaz, y del presidente asturiano, Javier Fernández. Fuentes del PSOE confirmaron a este periódico que el secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, le consultó a Díaz y que la jefa del Ejecutivo andaluz le advirtió que "con la unidad de España no se juega", propiciando el voto favorable a la moción de UPyD y la división del Grupo Socialista.

Y el cabreo de Alfonso Guerra. El histórico dirigente socialista reclamó ayer la creación de un Partido Socialista alternativo al PSC en Cataluña, una formación que, a su juicio, "hace mucho tiempo que dejó de ser un partido socialista" para acercarse a las "posiciones nacionalistas". En declaraciones en los pasillos del Congreso, Guerra destacó ayer que el PSOE tiene una posición "muy clara" respecto a lo que establece la Constitución sobre el derecho a decidir y alertó de que cualquier otra postura sería "equivocada". "Yo no estoy en la dirección del grupo, yo siempre emito mi opinión cuando me la piden", aseguró cuando se le preguntó si intentó influir en el voto del Grupo Socialista.

La portavoz socialista en la Cámara Baja dejó claro que el PSOE y el PSC siguen compartiendo un proyecto común de "socialismo y unidad de España" y llamó a la responsabilidad del Gobierno del PP y de la Generalitat, porque la "gravísima" y "delicadísima" situación que se vive en Cataluña sigue hoy "igual que ayer".

La portavoz de UPyD en el Congreso, Rosa Díez, consideró por su parte que los ataques que tanto el PSOE como el PSC han vertido contra su partido a cuenta de la moción contra el derecho a decidir que provocó la división del Grupo Socialista, evidencian la "enorme debilidad" del primer partido de la oposición.

Tanto Rodríguez como el primer secretario del PSC, Pere Navarro, acusaron a la líder magenta de actuar "irresponsablemente" lanzando la Constitución "unos contra otros". "Hemos fracasado estrepitosamente porque hemos conseguido que nos voten 286 diputados", ironizó Díez.

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