Unos comentarios críticos del líder de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, sobre el vicesecretario general del PSOE y ministro de Fomento, José Blanco, suscitaron ayer reacciones variadas en el seno de la formación, aunque predominaron los llamamientos a la cohesión.

El diario El País publicó ayer que el lunes, en el transcurso de la Ejecutiva del PSM, Gómez se quejó del escaso apoyo que recibe de Blanco y de que éste mantiene una buena relación de colaboración con la presidenta de la Comunidad de Madrid y del PP en esta región, Esperanza Aguirre.

Tomás Gómez, que fue alcalde de Parla durante nueve años, hasta hace año y medio, accedió a la secretaría general del PSM en julio de 2007 en un congreso extraordinario y fue reelegido en septiembre de 2008 con el 85% de los votos.

El líder socialista madrileño no tuvo ayer acto público alguno, y Blanco, que estaba en Bruselas, optó por no hablar del asunto, con el argumento de que está "para temas importantes".

Sí terció en la polémica una cercana colaboradora de Gómez, la responsable de Política Institucional del PSM y portavoz en la Asamblea, Maru Menéndez, quien apuntó que los socialistas madrileños no sintieron "calor" ni "apoyo" por parte de José Blanco en el mitin que éste dio junto a Tomás Gómez en Fuenlabrada el pasado 25 de abril.

Un grupo de críticos contra Gómez está en proceso de conseguir firmas para que el candidato socialista a las autonómicas de 2011 salga de un proceso de primarias, aunque el secretario general no parece sentirse preocupado y ha asegurado que él disputará la candidatura contra quien obtenga esos avales. Uno de esos críticos es el diputado autonómico Óscar Blanco, para quien las palabras contra Blanco demuestran que Gómez "está fuera de la realidad y ve fantasmas donde no los hay", al tiempo que calificó de "irresponsabilidad" poner en cuestión los proyectos del ministro de Fomento en Madrid.

La dirección federal del PSOE subrayó por su parte que no existe ninguna disputa ni enfrentamiento orgánico alguno entre el PSOE y el PSM. Para la dirección federal, se trató de "comentarios" e impresiones puntuales introducidas en un debate más amplio y "no reflejan ningún enfrentamiento ni disputa alguna".