El presidente francés, Nicolas Sarkozy, aseguró ayer que no habrá "ninguna flaqueza" ni "indulgencia" contra el terrorismo de ETA y denunció el "racismo" de los miembros de la organización terrorista.

Durante un encuentro con gendarmes en Pau, Sarzkozy afirmó que "la cuestión de ETA es una cuestión difícil", por lo que "hay que estar comprometido y prudente, es decir, profesional", recalcó el jefe de Estado ante los agentes. Sarkozy acudió a Pau, capital del departamento de los Pirineos Atlánticos (que engloba al País Vasco francés y a Béarn), dentro de una gira sobre "seguridad", que le llevó antes a la comisaría de Burdeos para un taller sobre la policía técnica y científica, a la que prometió más medios.

En los locales del grupo de gendarmería departamental de los Pirineos Atlánticos en Pau fue informado sobre la acción de los agentes en la lucha contra el terrorismo vasco, entre otras labores. Sarkozy destacó el "carácter excepcional del trabajo de la Gendarmería en este departamento, en el que hay problemas de ETA".

Al reafirmar la firmeza contra el terrorismo, evocó el asesinato por ETA de dos guardias civiles españoles en Capbreton el pasado 1 de diciembre. "Son asesinos", dijo. "Considerar que toda persona que no es vasca es inferior y no tiene derecho a vivir en el País Vasco es racismo", afirmó también en su intervención.

Era la segunda vez en cinco meses en que Sarkozy se reunía con miembros de las fuerzas de seguridad implicadas en la lucha contra ETA y elementos radicales violentos del País Vasco francés. El pasado agosto, viajó a Bayona, donde lanzó un mensaje de firmeza: "Los terroristas no tienen derecho de morada en el territorio de la República francesa".