Con un discurso cada vez más similar al que enarbola Podemos, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, alertó ayer sobre la concentración del poder económico en muy pocas manos, para lo que propuso llevar la democracia a la economía mediante organismos reguladores y la intervención del Estado en la economía.

En una asamblea abierta celebrada en Toledo, organizada por las Juventudes Socialistas, y después de tomar un café con un grupo de jóvenes catalanes, Sánchez abogó por que la democracia esté no sólo en las instituciones sino también en la economía, y aseveró que para ello harán propuestas "audaces", aunque tranquilizó asegurando que en ningún caso habla de confiscaciones.

Sánchez denunció que los jóvenes son los que más sufren el "modelo de desigualdad" impuesto por el PP, por lo que se comprometió a que, si asume las riendas del Gobierno, lo primero que hará será derogar la reforma laboral y diseñar un nuevo Estatuto de los Trabajadores para recuperar derechos.

El socialismo, proclamó, también es "libertad" y tener oportunidades laborales y un sueldo digno.

Sánchez propuso que el plan de garantía juvenil llegue hasta los 30 años y que los beneficiarios sean no los 30.000 que hay inscritos ahora en España, sino 850.000 que son los potenciales.

El líder de los socialistas, que plantea también una alianza entre generaciones, porque hay que reconocer las cosas buenas del pasado, dijo que los problemas de los jóvenes de falta de oportunidades laborales o de trabajos precarios también afectan a quienes tienen cuarenta años.

Hay causas que comparten muchas generaciones y, para luchar por ellas, "hoy es más necesario que nunca el socialismo", reivindicó Sánchez, quien recordó unas palabras de Alfonso Guerra al afirmar que "la esencia del socialismo es nuestra pasión por la justicia y la rebelión por la injusticia".

Asimismo recordó palabras de Willy Brandt y de Felipe González que decían que la fuerza del socialismo reside en abrir nuevos tiempos, y en ese sentido habló el líder socialista de cambiar para bien el país.

Ayer, 9-N, día del proceso participativo en Cataluña, tuvo lugar una movilización importante, señaló Sánchez, quien añadió que sin embargo lo más importante será mañana [por hoy] porque hay que abrir un nuevo tiempo en la política marcado por el diálogo.

Se dirigió a la asamblea en catalán para afirmar que no quiere una Cataluña fuera de España sino a la vanguardia del cambio político y social, para lo cual propuso por enésima una reforma constitucional para una España federal.

Sánchez, que durante la asamblea trasladó unas palabras de cariño para los familiares de los fallecidos y heridos en el accidente de autobús en Murcia [más información en la página 34], al igual que hizo el secretario de los socialistas castellano-manchegos, Emiliano García-Page, destacó que el PSOE es el partido más transparente.

En la web del PSOE está publicada toda la información, sin embargo, para saber del PP "o te vas a Suiza o a la Audiencia Nacional", ironizó.

Sánchez se comprometió a combatir la corrupción con contundencia y afirmó que el problema que tiene el PP en ese sentido no son sus militantes, sino sus dirigentes, una cúpula que ha convivido "muchos años con la corrupción y la financiación irregular".

En este contexto, se refirió al caso de los viajes a Canarias del presidente de Extremadura, José Antonio Monago, y le pidió que devuelva el dinero y "se marche", y si no lo hace voluntariamente, deben animarle a irse el PP e IU, que permite a los consevadores gobernar en minoría en la comunidad autónoma.

A Pedro Sánchez también le preguntaron los jóvenes socialistas sobre otros temas como los desahucios, y tras reconocer el error del anterior Gobierno socialista de no aprobar la dación en pago, él se comprometió a tomar medidas como la reestructuración de la deuda de las familias y autónomos en riesgo de perder sus viviendas o negocios.

Otros compromisos si gobierna serán, enumeró, un Estado laico, reforzar con presupuesto la educación pública, apostar por las energías renovables, mejorar la cotización de los autónomos, una ley de igualdad de trato para combatir la homofobia y recuperar la tarjeta sanitaria para colectivos que la han perdido por las políticas del PP.