El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, afirmó ayer que la intención de ETA con el "parón" que anunció el pasado 5 de septiembre no es otra que "reorganizar" su estructura interna, de ahí el "escepticismo" que mantiene el Gobierno ante el cese de lo que la banda llama "acciones armadas ofensivas".

Rubalcaba informó de que el comando desarticulado el miércoles por la Guardia Civil con la detención en Guipúzcoa de tres supuestos miembros legales (no fichados) fue creado en el año 2001 y, desde entonces, colaboró en algunos atentados perpetrados en el País Vasco en los primeros años de la pasada década. En declaraciones a la prensa tras visitar el sector de Tráfico de la Guardia Civil de Madrid, el titular de Interior explicó que este grupo daba "soporte" a otros 'comandos' que, llegados desde Francia, atentaban en territorio español.

Más tarde "quedó descolgado" de ETA durante un tiempo, aunque la dirección de la banda había decidido reactivarlo en un nuevo intento de reconstituir el llamado complejo Donosti.

Los tres detenidos fueron trasladados a Madrid para ser interrogados en dependencias de la Guardia Civil y prestarán declaración previsiblemente el próximo lunes ante el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno.

Ayer declararon ante su compañero Pablo Ruz los siete miembros de Askapena, el aparato internacional de la izquierda abertzale, que fueron detenidos la madrugada del pasado martes en el País Vasco y Navarra y a los que se les acusa de actuar de enlaces de ETA con las FARC. El fiscal Vicente González Mota solicitó al juez el ingreso en prisión de seis de ellos y una fianza para el restante.