El Congreso de los Diputados ha rechazado este viernes la investidura como presidente del Gobierno del candidato del PP, Mariano Rajoy, al no haber obtenido la mayoría simple de la Cámara en la segunda votación. El resultado ha sido de 170 votos a favor, 180 en contra y ninguna abstención, exactamente los mismos apoyos que obtuvo en la primera votación del pasado miércoles, en la que requería la mayoría absoluta de la Cámara. Tal y como estaba previsto, Rajoy ha obtenido el respaldo de los diputados del PP, Ciudadanos, Coalición Canaria (CC), UPN y Foro, y el rechazo del resto de partidos de la Cámara.  

En las intervenciones previas a esa votación, Rajoy y Sánchez se han afeado recíprocamente el querer unas terceras elecciones. El presidente en funciones cree que ese es el "deseo poco confesable" del líder socialista, y éste le ha acusado igualmente de que su estrategia es ir de nuevo a las urnas.

Sánchez ha instado al PP a extraer una conclusión de la derrota parlamentaria de Rajoy, en lo que ha parecido una invitación a cambiar de candidato. Pero como se ha mostrado convencido de que eso no va a ocurrir, se ha dirigido a las "fuerzas del cambio", entre las que se incluyen Podemos y Ciudadanos, para buscar juntos una "solución al atasco político" que vive el país. "Si actuamos todos, encontraremos una solución y, no les quepa duda, de que el grupo parlamentario socialista formará parte de la solución", ha señalado.

Fuentes de su partido han precisado posteriormente que de esas palabras no puede deducirse que Sánchez se haya postulado para encabezar una alternativa, sino que desea una solución colectiva que evite las terceras elecciones. Pero Rajoy dice estar convencido de que la realidad es que Sánchez busca que los españoles acudan de nuevo a las urnas y se ha dirigido directamente a él para preguntarle por qué no dice con franqueza lo que pretende al bloquear un nuevo gobierno sin ofrecer una alternativa viable. Además, le ha advertido de que las elecciones llegarían ya tarde para hacer frente a las consecuencias de no tener un gobierno de forma urgente, como carecer de nuevos presupuestos. "El no gobierno tiene coste. Pasará una alta factura. Y tendremos que pagarla entre todos", ha avisado

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha aprovechado para plantear al PSOE y a Sánchez que pueden estar ante su última oportunidad de liderar un gobierno mediante un acuerdo entre ambos. Además, ha pedido a los socialistas que no desaprovechen la ocasión, y, si lo hacen, que expliquen hoy mismo que lo que desean son otras elecciones. Tanto al PP como al PSOE se ha dirigido el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, para decirles que ya no cuenten con su partido para un nuevo intento de investidura que no sea viable y les ha instado a reflexionar por qué fracasan sus candidatos.

Rivera ha pedido igualmente "perdón" en nombre de Ciudadanos porque ha dicho que los españoles les dieron su confianza para "buscar soluciones" y no han podido convencer a los partidos "viejos" para que se pongan de acuerdo. Al líder de C's se ha dirigido en su intervención el portavoz del grupo popular, Rafael Hernando, para señalar que el otro día vino a decir que había que buscar un candidato de consenso y para lamentar que su partido firme pactos de corta duración. Frente a ello, ha dicho que el PP no suscribe acuerdos "para quince minutos" y que el candidato popular "es y será mañana, pasado mañana y durante mucho tiempo", Mariano Rajoy.

Si el portavoz adjunto de ERC, Gabriel Rufián, ha pedido a Sánchez un referéndum en Cataluña si estuviera dispuesto a intentar su investidura, el del PDC (incluido en el grupo mixto), Francesc Homs, ha emplazado al dirigente socialista a tomar la iniciativa. Por su parte, el portavoz del PNV, Aitor Esteban, ha animado a PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos a demostrar su "patriotismo" desbloqueando la situación sin contar con los nacionalistas vascos.

Tras certificarse la investidura fallida de Rajoy, se abre un compás de espera que tiene como fecha límite el 31 de octubre. Si para entonces ningún candidato ha logrado la confianza del Congreso, se convocarían automáticamente nuevas elecciones que deberían celebrarse el 25 de diciembre. No obstante, los diversos grupos parlamentarios ya han avanzado su disposición a un acuerdo para reformar la ley y que esos comicios no coincidieran con el día de Navidad.