El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, aseguró ayer que no pondrá ninguna condición al PSOE para negociar la abstención de los socialistas en una futura sesión de investidura y calificó de "disparate" la posible celebración de unas terceras elecciones. "Lo urgente, razonable y sensato es que haya un Gobierno y no se trata de ponerles exigencias ni a unos ni a otros", manifestó a preguntas de los periodistas minutos antes de la inauguración del XII Congreso Jurídico de la Abogacía celebrado en Torremolinos.

Rajoy incidió en que le ofrecerá al presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, el mismo escenario que a su anterior interlocutor, Pedro Sánchez, que es "un Gobierno de coalición". "Si no quieren, vamos a pactar siete u ocho grandes asuntos y si no, al menos déjennos gobernar".

Rajoy y Fernández tienen previsto hablar en los próximos días para analizar el escenario político ante la decisiva decisión que el Comité Federal del PSOE tiene que tomar sobre su postura.

Después de que algunos dirigentes del PP dejaran entrever que la abstención del PSOE debería venir acompañada de "unas mínimas garantías" para dar estabilidad al Gobierno, Rajoy aclaró ayer que no exigirá nada a cambio. "Desde luego no voy a poner ninguna condición". "Voy a hablar con Fernández cuando él así lo desee y le diré que se necesita un Gobierno rápidamente. Desde luego ir a elecciones es un gran disparate", agregó.

El presidente en funciones confía en que ese diálogo con el PSOE se produzca "con la mayor celeridad posible" si bien añadió que "todavía tenemos un tiempo, aunque no demasiado" para evitar unas terceras elecciones. En palabras de Rajoy, "lo mejor sería un Gobierno que dé estabilidad, seguridad y certidumbre". "España necesita un Gobierno urgentemente, se trata de consolidar la recuperación económica y la creación de empleo", sentenció.

La gestora socialista considera "razonable" que Rajoy no pida condiciones para la abstención, pero, para despejar dudas, le advirtió que desbloquear su reelección no supone darle soporte durante la legislatura. "El PSOE podrá consentir o no la investidura, pero en ningún caso le va a proporcionar estabilidad al PP. Tendrán que ganársela, porque es muy cómodo como ha estado hasta ahora, con mayoría absoluta. Tendrán que buscar esa gobernabilidad y estabilidad día a día con los grupos", afirmó Fernández en declaraciones a La Sexta.

Para el presidente de la gestora del PSOE, plantear exigencias que serían "absolutamente inasumibles" haría al PP "responsable" de las nuevas elecciones.

Fernández convocará la próxima semana a los barones socialistas para intercambiar impresiones antes del Comité Federal, donde se acordará si se opta por la abstención o no.

A falta de fijar la fecha de la reunión del máximo órgano, el presidente asturiano insistió en que la peor salida sería unas terceras elecciones, donde el PP lograría un mejor resultado.

"Iba a ser estudiado en todas las facultades de política el hecho de que las decisiones que tome el PSOE vayan a conducir a Rajoy de 123 escaños a 150 ó 160 en pocos meses", alertó. Fernández admitió que hay una "ética de la convicción" que impediría votar en contra de Rajoy por la "corrupción oceánica" del PP, pero también resaltó que hay una "ética de la responsabilidad" que aconsejaría facilitar el Gobierno al PP.

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, afirmó ayer por su parte que "la abstención es imposible" a día de hoy ante la actitud del PP, al que pidió "como mínimo, no ponerse chulo" y buscar un acuerdo de estabilidad con Ciudadanos y PNV. Otro barón de peso, el valenciano Ximo Puig, convino en que el PP "pone muy difíciles las cosas".

Ante la posibilidad de que algunos diputados socialistas rompan la disciplina de voto, Fernández volvió a pedir "responsabilidad" para que todos respeten lo que decida el partido. La diputada por Zaragoza, Susana Sumelzo, que estaba en la Ejecutiva de Pedro Sánchez disuelta tras la rebelión de los críticos, anticipó que no se abstendrá "aunque lo ordene el Comité Federal". "Pedimos el voto a los ciudadanos para cambiar las políticas del PP, no para facilitar un Gobierno del PP", alegó.