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Moción de censura

Rajoy ya sólo depende del PNV

  • El respaldo de los nacionalistas a Pedro Sánchez podría derivar en una dimisión del presidente, que se mantendría en funciones hasta las elecciones generales

Rajoy en el Congreso.

Rajoy en el Congreso. / Ballesteros/EFE

El futuro del Gobierno del PP vuelve a pasar, en el plazo de dos semanas, por Sabin Etxea, la sede del PNV en pleno centro bilbaíno. Los cinco diputados peneuvistas decidirán en las próximas horas si apoyan la moción de censura a favor de Pedro Sánchez, en cuyo caso es posible, incluso, que Mariano Rajoy presente su dimisión, con lo que quedaría en funciones hasta que el Congreso eligiese un nuevo presidente o se fuese a elecciones generales. A su pesar, el PNV se ha convertido en la clave de bóveda del cambio, ya que Pedro Sánchez cuenta con respaldo suficiente en Podemos, Compromís, ERC y PdeCAT para tumbar a Rajoy a falta tan sólo de cinco escaños. Y son los que tienen los vascos. El PNV aprobó la pasada semana los Presupuestos de Rajoy en el Congreso después de varias semanas de dudas. En su decisión sobre el presidente pesará mucho lo que haga el PdeCAT, cuyos votos van unidos a los nacionalistas vascos.

La dirección peneuvista se reunirá la mañana del jueves, con carácter extraordinario, para alcanzar una postura, una vez que haya oído la propuesta de Gobierno que Pedro Sánchez hace desde la tribuna. 

Posible dimisión preventiva

Mariano Rajoy ha tomado en las últimas horas la negociación con el PNV. Él es quien conversa con el secretario general, Andoni Ortuzar, y también con el lehendakari Íñigo Urkullu, que no es el determinante en este caso. Lo que el PP ofrece al PNV es “estabilidad y presupuesto”, y unas cuentas de 2018 que incluyen 540 millones de euros en infraestructuras para Euskadi y la subida a los pensionistas. No obstante, el PSOE también está en disposición de concederle esto mismo a los vascos, ya que el Presupuesto se puede asumir con algunos cambios y aprobar en el Senado. Y si el Senado lo rechazase porque el PP cuenta con mayoría absoluta, volvería al Congreso donde sólo necesita una aprobación por mayoría simple. Es decir, que Rajoy sólo puede apelar a la palabra dada del PNV, que no es poco en un partido que llega a gala ser cumplidores de los pactos.

Rufián, de ERC, en el Congreso. Rufián, de ERC, en el Congreso.

Rufián, de ERC, en el Congreso. / J.J.GUILLÉN/EFE

Sánchez tiene asegurado los votos de Unidos Podemos, Compromís y ERC. Su portavoz en el Congreso, Gabriel Rufián, lo anunció el miércoles en la sesión de control de un modo desabrido, tal como es él, al sostener que a ellos les cuesta tanto apoyar al PSOE como el PSOE votar junto con los republicanos. El PDeCAT no ha revelado el sentido de su voto, pero va unido al del PNV. Todos juntos suman 177 escaños, uno más sobre la mayoría absoluta necesaria.

Pero con lo que también se especula en estos momentos es con la reacción de Mariano Rajoy si el PNV le comunica que no le apoyará. Tanto en Ferraz como en el resto de sede de los partidos se opina que, en ese caso, el presidente del Gobierno podría dimitir, lo que pararía el pleno de la moción de censura. Rajoy no puede convocar elecciones generales, porque la moción está en curso, pero sí puede renunciar. Si fuese así, él mismo quedaría como presidente en funciones (fue lo que ocurrió cuando Adolfo Suárez dimitió) y el Rey tendría que abrir una ronda de consultas para tratar de consensuar un nuevo nombre. Si no fuese así, se convocarían elecciones.

Derogar la ley mordaza

La diferencia de un caso u otro no es baladí. Si Sánchez tumba a Rajoy, el socialista presidiría el Gobierno en el momento de las elecciones, podría derogar algunas leyes antes de los comicios, como la llamada Mordaza, y presentarse ante los electores en buena situación. Al contrario, la dimisión de Mariano Rajoy le permitiría al popular mantenerse en el cargo, aprobar el Presupuesto de 2018 y llegar a los comicios al frente del Gobierno y del partido.

La moción de censura debe comenzar el jueves a las 9 de la mañana. Será el secretario de Organización, José Luis Ábalos, el que presente y defienda la moción de Pedro Sánchez, al que se le va a habilitar un escaño en la bancada socialista. Después hablará Rajoy, y tras él, el candidato socialista, que no es diputado en la Cámara. Después llegará el turno de los portavoces del resto de los partidos. La votación final se producirá el viernes, no antes de las 14:00 horas.

Ciudadanos no apoyará la moción del PSOE bajo ninguna fórmula. Y el PSOE tampoco acepta las últimas propuestas del líder naranja, Albert Rivera, para que otro socialista, como Javier Solana, Ramón Jáuregui o Nicolás Redondo, presida un Gobierno de transición hasta las elecciones. Sánchez no quiere y dos de los aludidos tampoco, pero es que Ciudadanos no está en capacidad de elegir, porque tiene muy pocos diputados. Esa fórmula sigue necesitando del apoyo de Podemos. La solución a la crisis de Gobierno de España es una cuestión de tres, no de dos, de ahí los problemas de Mariano Rajoy, que sólo gobierna con Ciudadanos.

Mariano Rajoy fue elegido presidente gracias a los votos de Ciudadanos y al apoyo del PSOE, que facilitó la investidura con su abstención. Pedro Sánchez, ya descabalgado como diputado, dejó su escaño para no abstenerse, y ahora vuelve a solicitar la defenestración de Rajoy, a pesar de que en un asunto clave para el país como la aplicación del artículo 155 se han puesto de acuerdo.

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