La delegación socialista española en el Parlamento Europeo votó ayer a favor de la directiva con la excepción de los eurodiputados Josep Borrell y Raimon Obiols, que votaron en contra, y Martí Grau, que se abstuvo. Todos los miembros del PSOE que respaldaron el texto, a pesar de que finalmente no salió adelante ninguna de las enmiendas propuestas por su grupo, se salieron además de la línea del Partido Socialista Europeo (PSE), que se decantó oficialmente por el no.

En un comunicado, el eurodiputado Javier Moreno, miembro de la comisión de Libertades Civiles, explicó que los socialistas españoles han intentado "hacer un texto más garantista, acercándolo a las legislaciones europeas más avanzadas, como la española". Ante la imposibilidad de aprobar las enmiendas, Moreno justificó el sí porque cree que era "urgente adoptar cuanto antes una directiva común para poder usar todos los instrumentos que la UE tiene a disposición de los estados miembros y que permitirán hacer efectivas las garantías legales enunciadas en la directiva".

En nombre del PSE, la vicepresidenta de la Cámara Martine Roure restó importancia a la división dentro del grupo socialista y aseguró entender la postura de sus compañeros.

Junto a los miembros del PSOE votaron a favor de la directiva un puñado de socialistas alemanes y la mayoría de los parlamentarios de los grupos Popular, Liberal y de la Unión por la Europa de las Naciones (UEN).