La candidata del PP a la Generalitat de Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, no ve necesaria una "reordenación y recentralización del Estado", como sostuvo el miércoles el ex presidente del Gobierno José María Aznar, y considera más conveniente una mejora del modelo autonómico que evite "disfunciones" y duplicidades.

En un desayuno informativo en Madrid, Sánchez-Camacho dijo "comprender" las reflexiones de Aznar en un acto de la FAES, en las que advirtió que España sólo se podría romper si antes Cataluña sufriera su propia ruptura, y reclamó una reforma del modelo de Estado para evitar los "chantajes" y las "maniobras de exclusión" de los independentistas.

Sánchez-Camacho subrayó que el Estado autonómico ha sido uno de los mayores éxitos colectivos desde la Transición y que, por ello, es "plenamente defensora" de este modelo "descentralizado pero bien gestionado" y en el que se respeten las libertades de cada territorio en el ejercicio de sus competencias autonómicas.

Pero "no se debe abordar -insistió- una reforma competencial", sino "revisar y modernizar el modelo autonómico". A este respecto, consideró que la reforma del modelo de financiación autonómica debe negociarse "cuando corresponda", bajo el "liderazgo del Gobierno de España" y partiendo de las bases del "consenso institucional" y especialmente de la "lealtad institucional". Acto seguido, criticó la "imposición" que pretendió el presidente de la Generalitat, Artur Mas, al jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, cuando le exigió, como ha explicado éste, un pacto fiscal o debería "atenerse a las consecuencias".

Sánchez-Camacho señaló que esta actitud de Mas -quien no obstante ha desmentido que usara un tono amenazante con el presidente en su reunión en Moncloa- es como si el gobernador de California acudiera al despacho oval y pretendiera imponer al presidente estadounidense una reforma del sistema de financiación para todo Estados Unidos.